domingo, 13 de marzo de 2016

EL MENSAJE. Dolores Fernández Cano.





            Como todos los viernes, Hipólito acude a la playa en misión de vigilancia, por si llega alguna patera o barcaza transportando contrabando. Pero hoy va a ser un día distinto, muy especial.
            Hipólito, con los prismáticos observa el horizonte, pero ve un objeto extraño, algo ligero que sube y baja con el vaivén de las olas. Con decisión se desprende de su uniforme de la Benemérita, para nadar hacia altamar. Ya cerca, se da cuenta que se trata de una botella. La agarra con fuerza para volver con ella hasta la orilla. En el interior hay un papel, lo extrae y procede  a su lectura, dice así: “No lo dudes, la felicidad se encuentra en tu interior”.



1 comentario:

  1. Relato con final abierto que permite al lector concluir la historia como le plazca. Yo coloco a Hipólito en una nueva vida, alejado de la angustia de perseguir delicuentes. Ahora lo único que vigila es ver asomar el sol.

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