viernes, 28 de febrero de 2014

RELATOS FINALISTAS DEL CONCURSO NARRATIVA HERTE 2013


Estos son los relatos finalistas del
(su orden es aleatorio)
CONCURSO DE NARRATIVA    HERTE 2013.

Los nombres de los cuentos ganadores 
y de sus correspondientes autores,
serán desvelados el mismo día de la Entrega de Premios

26 de abril 2014

Salón de Actos 
del Centro Multifuncional El Tranvía
La Cuesta - La Laguna
19:00 horas

EL ESCRITOR



SUSURROS






SÓLO UN INSTANTE







ENCRUCIJADA

martes, 25 de febrero de 2014

LA FLACA De Lucía Hernández


Hoy en día estamos atravesando una época muy mala, donde se valora, cada vez más, la imagen exterior y menos la interior. Las chicas de hoy en día están  más disconformes con su cuerpo, hasta tal punto de convertir la delgadez en su enfermedad. Muchas veces la influencia de las amistades y la moda nos pueden llevar a este fin.
Es conveniente que las madres estén preocupadas de la alimentación de sus hijas para no llegar a estos extremos.

La juventud debe tener mucho cuidado  en relación con esto porque se pueden producir dos enfermedades muy conocidas, como la bulimia y anorexia y, en ambas,   la imagen que las chicas tienen de ellas mismas no es real hasta tal punto de verse muy gordas cuando en realidad están muy flacas.


ESCAPA COMO PUEDAS De Mary Rancel


Se encontraba arando una huerta bajo el ardiente sol de un caluroso verano. Estaba exhausto, sudando a mares, a punto de marearse. Sacó del bolsillo del pantalón un trozo de trapo de un color indeterminado, se lo pasó por el rostro y acto seguido, tomó un sorbo de agua, caldeada por el calor, y murmuró: La botella está llena de sol, aquí no se escapa nadie de este infierno. Continuó con la faena hasta terminar el surco, luego llevó a la yunta de mulas a la sombra de un gran árbol, él se sentó debajo de una frondosa higuera. Agotado por el cansancio se quedó dormido.
Cuando despertó, la tarde caía, había aflojado el calor; miró a la redonda, atolondrado. La yunta de mulas había desaparecido. ¡Dios mío! ¿Qué ha pasado?, ¿los animales se han escapado, o me los han robado?
El hombre los buscó desesperado sin localizarlos; seguidamente se acercó a la comisaría de policía para dar cuenta de lo ocurrido y, su sorpresa fue mayúscula cuando le dijeron: -Contra usted, han puesto una denuncia hace poco, por incumplimiento en el trabajo; fueron a supervisarlo y, lo encontraron dormido plácidamente a la sombra de una higuera, los animales sueltos, expuestos a ser robados por alguien. Si quiere librarse del embrollo, proporciónenos una buena coartada, o está perdido.
¡Tengo que escapar como pueda! Exclamó consternado.
En ese preciso instante, un higo cayó sobre su cara despertándole súbitamente. Miró a su alrededor; todo estaba como lo había dejado.

Pensó: Tengo que escapar como pueda de esta situación, debo encontrar un medio de vida mejor para mí y mi familia. Recogió los bártulos y meditabundo, marchó en dirección a su casa.


AMOR A PRIMERA VISTA De Mary Rancel


Hacía dos días que había llegado al pueblo, ¡era precioso!, sus calles adoquinadas, plazas ajardinadas, varios monumentos y mucho verde…No lo había imaginado tan bonito, estaba encantado. Lo mejor fue el día en que acompañó a su camarada a comprar algo de ropa. Nada más entrar en la tienda y ver a la dependienta que les atendió, le entró un tembleque en las piernas y un sofoco en el cuerpo que no se podía dominar. Su amigo lo advirtió y preocupado le preguntó:
-¿Te pasa algo?, estás rojo y anormal.
- No es nada, ¿o si?, no lo sé. La chavala me ha hechizado; no puedo dejar de mirarla, siento que el corazón me late a mil por hora y en el estómago tengo mariposas volando. Yo creo que es amor a primera vista, soy feliz.
En ese momento la joven les muestra el género solicitado mirando fijamente al muchacho, muy disipada, le suelta:
-¡Cómo se nota que eres de ciudad!, este clima te sofoca, tu cara parece una manzana en sazón; a pesar de ello, te sienta muy bien, ¡estás muy guapo!
El joven, alentado por el piropo recibido, le dice a bocajarro:
-Me parece que me he enamorado de ti. Lo digo, por lo que siento desde que te vi. Son síntomas del amor a primera vista. Dijo atolondrado.
-¡Vaya vaya, con el chico de capital!!, ¿te crees un tenorio? – le objeta ella con picardía- y añade dirigiéndose al otro muchacho: ¿No le has dicho a tú amiguito quién soy?
-No me lo ha preguntado: -contesta el compañero con sorna, sonriendo divertido.
-Por favor, dime, ¿quién es?: -interroga impaciente- Mi corazón va a explotar de un momento a otro.
-Es mi prima preferida, estudia en la ciudad pero, en vacaciones, ayuda en la tienda, que es de sus padres. Le contesta el amigo haciendo un guiño.
-¡Menos mal!, pensé que ibas a decirme que era tu novia: -respiró aliviado.
Al siguiente día por la mañana volvió a la tienda, portando una gran caja de bombones que regaló a la chica. La muchacha señalando la caja comentó:

-Esto sí que es amor a primera vista. Me encantan los bombones, has dado en el clavo.



CIRCO De Luisa Delgado Bello




Sonia siempre había creído que era querida y aceptada por todos. No hay nada malo en ello, siempre y cuando no caigamos en la tentación de renunciar a quienes somos para conseguirlo porque, por mucho que te esfuerces, nunca conseguirás el aprecio de todas aquellas personas que te rodean; es algo que no depende de ti, sino de los demás. No sabemos cuál es la clave del éxito, pero  la clave del fracaso es intentar agradar a todo el mundo.
¿Qué hacer entonces?. Pues dedicar todos tus esfuerzos en intentar ser el mejor “tú” que puedas ser. No debemos malgastar el tiempo y la energía en ser quien no eres. No serás más que una burda copia y además nunca te sentirás cómoda en ese traje que no ha sido hecho para ti. Si por el contrario aceptas ser quien eres te sentirás mucho más relajada.

Muchas veces actuamos más pendientes de ser lo que los demás esperan de nosotros que de nuestros propios deseos. La vida es como una orquesta y cada uno de nosotros tiene que saber cuál es su instrumento. Sólo así conseguiremos lo mejor de nosotros mismos porque si no, estamos en mitad de un circo, Sonia.


PATIO DE TARDE De Luisa Delgado Bello




El cuento Patio de Tarde trae consigo secretos y significados ocultos que sólo pocos pueden descifrar, es decir, los lectores hombres.
En este análisis se busca dar a conocer la técnica engaño-desengaño-, así como las características de Julio Cortázar a la hora de escribir.

Por último se dará a conocer cada una de las posibles percepciones que se pueden dar sobre este cuento, el cual, sin duda, nos hace ver el ingenio y creatividad que tenía Julio al escribir sus mini ficciones.


TARDE DE ENSAYO. De Amalia Jorge Frías.





Marina terminó de comer y  apresuró a vestirse. La mañana la había dedicado a su persona: había ido a la peluquería y a un Centro Comercial que estaba muy de moda, para comprarse un elegante y moderno vestido. La habían convocado esa tarde para ensayar una nueva obra, por lo que estaba muy nerviosa; no sabía aún que personaje le correspondería hacer y, aunque a ella lo más que le importaba era actuar, había dos o tres posibilidades que le horrorizaban.

Como era habitual, el director repartió los papeles sin mediar palabra alguna. Cuando Marina vio cuál era el suyo, estremeció. Le había tocado el más temido, ¡el que le correspondía a su edad! … y del que ya no podría librarse nunca. O lo asumía, o renunciaba a lo más que le gustaba hacer en este mundo.



CARTA A MI HERMANO EDUARDO De Luisa Delgado Bello





Querido hermano:
 El tiempo que estuviste entre nosotros fue el más bonito de los que me tocó vivir en este pasado año 2013. Eres un ser muy especial para todos nosotros, el hermano que todas las personas quisieran tener en su vida.
Tú tenías un sexto sentido. Cuando te embarcaste tú solo en un viaje tan largo, estando tan mal de salud, fue para despedirte de tus hermanos.  ¡Qué pena no poder gozar más de tu compañía!, pero creo que tu sabías que al llegar a tu  casa, poco tiempo te quedaba para estar con tus hijos y morir junto a ellos, como querías.
Ya no nos queda otra más que reunirnos con todos nuestros seres queridos en el cielo y en especial con nuestros padres, que fueron el gran ejemplo que tuvimos los siete hermanos para ser como somos.

Un abrazo muy grande.

RECOLECCIÓN De Edelmira Linares.





Antes del amanecer del día, ya estaba todo preparado. Las bestias cargadas, los aperos de labranza y la comida para un día de trabajo.
Ya en la huerta, los familiares y amigos iban llegando sin demora. Empezaba la faena y, casi sin darme cuenta, estaba con mi cestito preparada para coger papas.
No me gustaba nada ir, mi abuela mientras me ayudaba a vestir, me daba ánimos y quitaba hierro al asunto, pero seguía sin convencerme.
Las mujeres se afanaban en dar buena cuenta de que no quedase ni una sola papa en la huerta, mientras los hombres llenaban los sacos y cavaban todas las zonas donde el arado no llegaba.
El día se hacía largo y penoso, más aún cuando el sol alcanzaba todo su esplendor, y yo me escapaba cada vez que podía a beber agua fresca del porrón. Ya estábamos prácticamente acabando; las mujeres seguían a mi madre para preparar la comida.
Había llegado el momento que tanto anhelaba.  Tendíamos el mantel encima del jable, e íbamos dejando sobre él toda clase de alimentos, el pan, queso, los higos, las almendras…era todo un festín.
Con todo preparado, nos sentábamos cada uno donde podía, en el suelo, sobre sacos, pero mi padre y yo, siempre buscábamos una piedrita, era como mi trono.
Allí, todos comíamos en armonía, riendo y hablando de los avatares del día, era mi pequeña fiesta particular. Ahora cuando recuerdo esos días de recolección, añoro con nostalgia esos momentos tan entrañables.



RECOGIDA De Lucía Hernández







Empezaré hablando de la vendimia o recogida de uvas. En algunos campos hay varios viñedos. Estas viñas hay que procurarlas con cariño, hay algunos campesinos que las riegan, otras son de secano.
En febrero es el tiempo de la poda, se cortan todos los sarmientos y se dejan cortitos para que revienten. Cuando empiezan a retoñar los cogollitos, hay que sacarle algunos para que la parra tenga más potencia; de vez en cuando se va pulverizando con azufre o algún otro líquido que hay para eso.
Durante una temporada, se va procurando cuidar la vid de esta forma, hasta que empezamos a ver los racimos. Las uvas las vemos verdes, pero a medida que van pasando el tiempo, van tomando su color; unas son malva oscuro, son las que llamamos uva negra, otras son  blancas,  y otras blancas pero grandes a las que llamamos moscatel, y varias más.

Cuando llega la última quincena de Agosto, o primera de septiembre, ya empieza la vendimia que es cuando la uva está madura. Hay muchos cosecheros que la venden a los supermercados, que son las que nosotros compramos y otros las dedican para hacer vino.



RECOLECCIÓN De Candelaria Díaz



Por fin llegaba el tiempo de la vendimia; el trabajo era duro, pero al menos ganaríamos algo.
Era de amanecida y, en los altos de la isla, el frío cortaba. Madre nos calentaba  vino y luego la escudilla de leche de cabra y gofio, con un poco  de queso, y listo, a empezar la faena.  Éramos jóvenes y cuando el sol calentaba, nos daba por cantar:
¡Ay que trabajo nos manda el Señor!
 Levantarse y volverse a agachar
 todo el día a los campos y al Sol

 Y así hasta el ocaso, con salud y juventud, divinos dones, y pidiendo que Dios nos diera vida para seguir teniendo el mejor vino de la comarca, el del Mencey de Güimar.



SOLO De Dolores Fernández Cano



El joven puente del pequeño pueblo contempla con agrado el refrescante río que corre bajo él. Se siente nostálgico; percibe que el verano agoniza,  ya  en los últimos días del calendario.
Con sus grandes ojos, observa las bellas flores que esparcen su perfume en el aire. Es un placer intenso para su vanidad, ver las parejitas de los jóvenes, agarrados de sus manos, paseando sus amores, pisando al unísono el pavimento bien delineado, animando con sus pícaros besos las tardes calurosas.
Los niños no volverán a jugar, pues han regresado a la escuela, tras acabarse el período vacacional.
Sor Ángela apura los últimos días que le han concedido en el convento, para poder visitar a su anciano padre. Esta monja benedictina camina piadosamente las mañanitas por este espléndido puente, de arriba abajo, y de abajo arriba, canturreando, al mismo tiempo, alegres canciones.
¡Riguroso verano!, te alejas dejando en la más completa soledad al pobrecito puente. Solo y triste queda, esperando con ansiedad al próximo estío, para que alegre, con la vuelta de los veraneantes, su monótona vida.




EL TESTIGO De Mary Rancel.



Al ver, hoy, el cuadro del bodegón colgado en la misma pared, con el recuerdo de lo que para mí fue en el pasado, diría que no se trata de la misma pintura. En otro tiempo solía contemplarlo con embeleso; me quedaba embobada durante muchos minutos, tal vez horas, observando los frutos y objetos de que está compuesto, admirando cada una de sus pinceladas y sus colores tan reales. Cada día lo miraba y me parecía más bonito, más auténtico.
El bodegón presidiendo la pared principal del salón-comedor de nuestro hogar, fue el mudo testigo de todos los acontecimientos ocurridos en nuestra familia, lo más felices y los menos agradables.
Cierto día, sin poder concretar cual, llegó la desgana, la apatía, el desinterés por verlo y la indiferencia al pasar a su lado. La rutina rompió el encanto que por él tuve durante tantos años. ¿Qué ocurrió para que de pronto comenzara a ignorarlo? Me gustaría saber los motivos pero, no he conseguido descubrirlos. ¿O quizás no he querido?
Cuando me casé y cambié de vivienda -hace más de veinte años- sentí como una liberación al no tener que ver cada día aquel cuadro.
Hoy he vuelto al que fue mi antiguo domicilio para hacerme cargo del bodegón, al distinguirlo en el lugar de siempre, he sentido un repelús misterioso. Lo miro y sigue sin decirme nada, sólo veo naturalezas muertas.
Después de mucho cavilar, he decidido renunciar a la herencia. No quiero ver más ese cuadro. Durante muchos años fue el testigo silencioso de mi vida. No me gustaría que el bodegón despertara de su letargo para evocarme historias pasadas; las tengo profundamente soterradas sin el menor deseo de sacarlas a la luz.





EL TESTIGO De Elvira Martín Reyes





Mirna entró en aquella habitación vacía y un extraño escalofrío recorrió su delgado pero esbelto cuerpo;  todos sus recuerdos se  agolparon a la vez.  Sobre todo, el intenso amor que había vivido entre aquellas paredes, hoy desnudas y estropeadas por el paso del tiempo.
El de ella fue un gran amor. Con dieciocho años, conoció a Alberto. Él, mayor y más experimentado que ella, la supo llevar a su terreno con zalamerías y engaños, ganando su  corazón y, poco a poco, la fue envolviendo en un mundo de fantasías y mentiras, donde ella se sentía la protagonista y él su maravilloso galán. Todavía recuerda lo deprisa que cruzaban el viejo puente para ver sus imágenes reflejadas en el pequeño lago y, a continuación, entregarse a vivir su primer amor.
Así fue, hasta que un día, tocaron en la puerta y aparecieron tres niños preguntando por su padre junto a una desaliñada mujer que la contemplaba; Mirna ¡no daba crédito a lo que veía!.  Así terminó su encantamiento.

Mirna salió de la vieja casa echando un vistazo al mugriento bodegón que pendía de la pared, único testigo de su gran historia de amor y, cerrando la puerta, desapareció bajo la espesa niebla.



OTROS TIEMPOS De Edelmira Linares


¿Ignorancia o adelanto? O si les gusta más,  ¿tranquilidad o estrés?.
Vivimos en un mundo agitado, acelerado,  en el que el tiempo cuesta dinero.
Nos levantamos ya estresados, para no llegar tarde, en el coche apurados, corriendo de aquí para allá,  para que nos dé tiempo de todo, comemos corriendo para poder ver la novela y cuando la estamos viendo, no nos centramos, pensando en todo lo que nos queda por hacer...y no da el tiempo; no alcanza.
¿Qué ha sido de esos días eternos, donde parecía que el tiempo se había detenido y en donde las horas no pasaban; de esos cocidos hechos  fuego lento, para que sepan mejor, de esas siestas tranquilas, en donde las preocupaciones no te quitaban el sueño?

Parece que fue ayer, pero ha pasado mucho, y las cosas han cambiado demasiado; al fin y al  cabo aquellos eran…¡otros tiempos!.



lunes, 24 de febrero de 2014

¡QUÉ VICIO! De Natividad Morín




Tenemos que estar orgullosos del cuerpo de la guardia civil, gracias a ellos se logra requisar miles de kilos de drogas.  En los aeropuertos identifican a los que llevan la droga encima.  La falta de medios hace que esa gente se arriesgue a que lo detengan o, lo que es peor, a morir por pasar la droga dentro de su cuerpo y, por culpa de los que han caído en ese vicio, los que trafican se hacen más ricos.
No es la única cosa con la que la gente se engancha, no sé si tan peligrosas, como son el tabaco, el alcohol, el café, los juegos de azar…, y desde hace unos años, tenemos que añadir a esta lista, los móviles que, hoy en día, tanto jóvenes como mayores llevamos uno.

Estamos rodeados de vicios y ¡qué vicios!.  Vemos a todo el mundo con el suyo, por la calle, en el coche, guaguas, todos sonriendo o pasando el dedo por la pantalla, tanto y tan seguido que a veces pienso si se podría borrar la huella dactilar de tanto deslizar la yema del dedo. ¡Así son los vicios!


domingo, 23 de febrero de 2014

EL REY de Luisa Delgado Bello








Dicen que el sol estimula la formación de las hormonas de la felicidad y ayuda a asimilar la vitamina D.  Debe ser por eso que, cuando nos dejamos acariciar por él, nos sentimos más vitales y equilibrados, de mejor humor…Sobre todo si ese encuentro ocurre después de varios meses sin su contacto.
Se sabe que la vida actual, nos obliga a menudo a permanecer encerrados durante horas, bajo la luz artificial y los cortos días de invierno hacen que salgamos de casa de noche y que volvamos a ella cuando el sol ya se ha puesto.

Por todas esas razones, cuando todas las mañanas, el da el sol en el patio de mi casa, me pongo allí con los brazos abiertos, como si volara de cara a él, el astro rey.



VOLAR ENTRE LAS FLORES de Mary Rancel





Siempre he tenido la seguridad de poder imitar a Campanilla, el hada prodigiosa del cuento de Peter Pan.  Volar es mi ilusión; volar surcando los cielos, cruzando los mares, atravesando montañas, venciendo huracanados vientos…, y desde las impresionantes alturas, echar un vistazo y contemplar la pequeñez de los seres que invaden la tierra. ¡Sería extraordinario efectuar este sueño!.
Como ave mensajera de hermosa y romántica primavera, percibí que iba a emprender el vuelo entre las flores.  Flores de primorosos tonos y matices, de formas diversas, de aromas suaves o intensos; todos mágicos, envolventes, acariciadores…
Desde mi desbordante fantasía, me imagino provista de cristalinas alas, que ayudadas por el viento, con delicadeza, emprenden el vuelo entre las flores que, ligeras, se elevan hasta ponerse a mi lado.  Me veo planeando entre ellas y, con suavidad y firmeza, llego a las nubes de delicado algodón y allí me quedo dormida, al rumor del canto de los querubines.
Confió plenamente en que esta hipotética quimera se haga realidad para ver, entonces, cumplido mi sueño de volar entre las flores.




EL PUENTE SOÑADO de Carmen Margarita



En la vida ocurren cosas que no se pueden explicar.  Yo, desde que era pequeña, siempre había tenido un sueño que me hacía feliz, aunque me despertara desasosegada.
Así ocurría con cierta asiduidad hasta que, un caluroso verano de hace dieciocho años, decidimos ir a pasar una semana a Andorra.  Cuando entramos a la ciudad, me pareció que estaba en un cuento y mis sentimientos se empezaron a revolucionar.  Yo pensaba que estar en medio de aquel maravilloso paisaje, donde un río partía la ciudad, y el ruido del  agua al pasar, era como un canto celestial; todo eso unido, era cercano a lo irreal, hacía que me sintiera en la gloria, casi como si…estuviera soñando.
Aquella noche fue maravillosa; paseamos a la luz de la luna en medio de aquel cuento de hadas con sus castillos de torres puntiagudas, las casas con geranios en las ventanas y las cortinas a cuadros con bolillos y tantos jardines encerrados entre dos montañas…, ¡una maravilla!...
A la mañana siguiente, me levanté temprano y salí a caminar a la orilla del río, sola.  De pronto, me encontré con un puente de piedra y me senté a contemplarlo, sentada en un banco hecho de aquella misma roca gris en el que se veían unas preciosas hiedras entrelazadas entre sí.  Me sentí como en un jardín cuajado de flores de todos los colores y disfruté con la contemplación de aquel portento de la naturaleza.  Cuando levanté la mirada, de pronto, me vi en el sueño que solía tener.  El entorno era el mismo y sólo al ver bajar por el paseo la figura de aquel hombre protagonista de mis sueños, caí en cuenta.  Nunca le había puesto rostro, pero allí estaba, ahora ya sabía quién era.  El corazón se me salía por la boca, ¡Dios mío!.  El mismo paisaje, el mismo ambiente; sólo faltaba que el viejo puente hubiera estado solo para que la realidad fuera exacta al sueño que, a propósito, a partir de entonces, no se volvió a repetir jamás. 


Ahora me gustaría volver a tenerlo porque en él, vería el rostro de aquel hombre; Manolo, mi amado esposo…pero entonces, pienso que tuve suerte de que mis sueños se hicieran realidad y ahora, su recuerdo me hace seguir serpenteando el camino de la vida con ilusión y alegría.



SON OTROS TIEMPOS de Mary Rancel





-He aquí a nuestros actuales Romeo y Julieta, unidos por el amor y por sus nombres –presenta el entrevistador de TV, muy jovial y, dirigiéndose a los jóvenes, les inquiere.
-¿A qué se debe este insólito caso?
-Al destino –contesta Romeo con humor-. Los ciclos se repiten y, ha sucedido con nosotros.  Nos hemos casado en Verona, en la casa de la famosa pareja que murió por amor en el Medievo.
-Lo que jamás haríamos nosotros- aclara tajante Julieta.  Estamos tan alejados de la ficción, que tenemos los pies bien atados a la tierra.

-Además…, son otros tiempos…-añade con un guiño de complicidad.