miércoles, 14 de marzo de 2012

LA TARDE EN QUE CANTARON de Edelmira Linares García


   Paco había bajado al bar a jugar una partida de tute aquella tarde, mientras que Mima había decidió quedarse  en casa leyendo una interesante novela.  Estaba en ello cuando de repente perdió la concentración al escuchar a lo lejos el sonido de guitarras y voces, entonando el maravilloso canto de unas folías.
Era tanta su curiosidad que llamó por teléfono a Paco para que le aclarara de qué se trataba. Él le pidió que bajara al bar porque acababa de llegar una estupenda rondalla que estaba empezando a actuar.  Mima sintió que aquella tarde cantaron para ella. 

CARNAVAL de Polonia

     




Recientemente hemos celebrado en nuestra ciudad Los Carnavales.  Una vez, como en años anteriores, ha sido todo un éxito: el coso con el desfile de las comparsas, carrozas con la reina y sus damas de honor, seguido de rondallas, murgas y todas aquellas mascaritas que se iban incorporando.  A las parejas con niños pequeños les gusta mucho el carnaval de día porque lo disfrutan con la familia.  El año que viene podremos volver a decir: ¡Feliz Carnaval!.

           

RUMORES AL ALBA de Dolores Fernández Cano




Era un pueblo pequeño y tranquilo, situado en la Sierra, en un día de julio luminoso y soleado.  El Ayuntamiento había decidido alquilar la gran Casona, después de su restauración y aquello fue motivo de preocupación para los habitantes del lugar pues todo resultaba muy misterioso, ya que no conocían a los inquilinos.  Al alba, se sentía gran movimiento; llegaban grandes automóviles, luego se marchaban y no volvían hasta bien entrada la noche.
Las mujeres decían que los habitantes de la Casona eran unos mafiosos.  Los hombres contestaban que el inquilino era un magnate del petróleo y las finanzas.  Los niños revoloteaban alrededor del jardín intentando descubrir el misterio.
A los padres de Sara no les gustaba el ambiente que se había creado para su pequeña y adorada hija.  Estuvieron cavilando en qué podían hacer para alejarla de todo aquello hasta que, por fin, decidieron enviarla interna a un colegio en Suiza; una gran Casona en medio de un bosque.


DOS CARAS Y LA MISMA MONEDA de Mary Rancel







El término “dos caras y la misma moneda” simboliza los pros y los contras de la vida y de las cosas.  Tiene mucho significado y puede ser motivo de debate.
La moneda siempre tiene cara y cruz, con la misma igualdad de categoría por ambos lados, anverso y reverso, su valor es invariable.  No siempre una moneda de la misma cuantía, representa idéntico coste.  Según la persona que lo posea, puede darle mayor o menor importancia.  Si la moneda es propiedad de una persona solvente, dos euros, por ejemplo, son poca cosa pero, si por el contrario es un menesteroso el dueño de la misma, ésta le puede sacar de una necesidad y su importe es tenido en cuenta.
Esas dos caras de una misma moneda toman diferente índole si se trata de dos personas que, viviendo las mismas situaciones, las ven de manera distinta, porque son totalmente opuestas.  Para una idealista las cosas no son lo que parecen sino lo que desea ver; probablemente tendrá dificultades y será incomprendida pero, así y todo será feliz.  La otra, realista, verá las cosas tal y como son y –práctica y prudente– procurará evitar los problemas y también, a su forma, será feli.
Cada uno, a su modo, busca su felicidad, poca o mucha.  Cuándo va a brotar no se puede prever, cuando se alcance, si llega…, a disfrutarla mientras dure.

 

RUMORES AL ALBA de Natividad Morín



  Era un pueblo pequeño y tranquilo donde casi todos los habitantes se conocían porque eran familia o amigos de toda la vida.  El problema fue que los jóvenes no tenían donde distraerse porque no había cine, ni discoteca y por eso se aburrían.
Un día, los habitantes amanecieron preocupados porque se había corrido el rumor de que un grupo de jóvenes universitarios iban a venir a pasar las vacaciones de verano en el pueblo.  Los mayores temían por los jóvenes del lugar ya que no estaban acostumbrados a tratar con los chicos de ciudad y las nuevas y tal vez malas costumbres que traerían.
Los padres de Sara, una joven del pueblo muy alegre y con ganas de divertirse, estaban especialmente preocupados pues estaban convencidos de que la llegada de aquellos estudiantes rompería la tranquilidad reinante en el pueblo.  Esa visita seguramente les cambiaría la vida.


VERDAD A LA VISTA de Elda Díaz

 

    Hace unos años me ocurrió lo que les voy a contar.  Era Navidad y en la Nochebuena solíamos cenar todos  en casa de mis padres –ahora de mi hermana– mientras que el día de Navidad almorzábamos en mi casa. En total éramos veinte.  Cuando pusimos la mesa me faltaban cubiertos, así que les dije a los niños que fueran a casa de mi hermana para traer los cubiertos que hacían falta y así solucionamos aquel inconveniente.
Mi nuera tomó nota de aquel asunto y por Reyes me regaló un juego de cubertería de, nada más y nada menos, noventa y seis piezas.
Lo más gracioso fue que, algo más de un mes más tarde, mirando encima del armario descubrí que ya tenía otra cubertería de noventa y seis piezas que, por un enorme despiste mío, había olvidado por completo.  La verdad estaba a la vista pero yo no la había visto. ¿Qué iba a hacer yo con ciento noventa y dos piezas?

LA VOZ DE TERCIOPELO de Paula Lugo

  

Se fue una voz de terciopleo, Whitney Houston.  Era impresionante; la mejor cantante pop, con una gran potencia de voz.  Era única.
Hay muchas voces aterciopeladas de locutores, de narradores; como flores hay también cuyos pétalos parecen de terciopelo, como las violetas, los pensamientos y las orquídeas.
La flor de terciopelo que fue Whitney se marchó para siempre pero su voz siempre estará entre nosotros.  Que descanse en paz.

martes, 13 de marzo de 2012

EL CONCIERTO INFANTIL de Amalia Jorge Frías



EL CONCIERTO INFANTIL 

Una de mis hijas quiso que la acompañase a ella y a mis nietos a un concierto infantil que había en el Auditorio.  Yo pensé que tal vez no me gustaría, que era cosa de niños pero, no fue así.
La interpretación estuvo a cargo de la Orquesta Sinfónica de Tenerife y cantaron dos sopranos que eran una maravilla.
A pesar de no reinar el silencio que se requiere en estas actuaciones, yo lo disfruté al máximo, gracias a la facilidad que tengo para conectar con lo que me gusta.
Al terminar, le pedí a mi hija que no se olvidara de invitarme al próximo concierto, que el bullicio de los niños no me molestaba en absoluto, al contrario, eso contribuía a que el concierto fuera aún más especial para mí.



AQUÍ Y EN EL MÁS ALLÁ de Candelaria Díaz

           


Unos amigos mayores, después de trabajar duro en Cuba, volvieron al terruño añorado.  Habían comprado una casa de dos pisos: uno para ellos y otro para su hija.   El piso alto estaba ocupado por unos inquilinos que no querían entregarlo y estos amigos, buscando una solución al problema, idearon hacerle a su sobrino querido, una escritura de venta y así pasando de dueño, al no tener éste posibles, la justicia obligaría al desalojo de los inquilinos.  La idea era que, una vez resuelto el asunto, esa venta ficticia se deshiciera y ellos pudieran por fin hacer uso de su casa.
El asunto fue que, mala persona el sobrino, se quedó con el piso como propietario que era, tal como rezaba en las escrituras, olvidándose del acuerdo y de la buena fé.  Este problema sí que no tuvo solución y los ancianos quedaron heridos de por vida hasta el punto de que ella murió maldiciéndole.
El sobrino y su esposa se instalaron en su piso pero, le empezaron a ocurrir cosas raras: luces que se apagaban, toques en la espalda, soplos de aire, colores en la noche.  El caso es que se aterraron de tal manera que  vendieron el piso y se marcharon huyendo de todo aquello.  Poco después el sobrino murió de mala manera.  Aquellos sucesos extraños ¿de verdad ocurrieron o fue la conciencia la que nos les dejó vivir ni morir en paz?  Esta historia fue cierta.


¡QUÉ SUSTO! de Luisa Delgado Bello



Hace unos cuarenta y tres años, ocurrió en Santa Cruz un caso muy sorprendente.  Una señora acababa de tener su tercer hijo y al llegar su marido del trabajo la vio tan cansada que decidió llevar al parque a los dos hijos mayores para que pudiera descansar.  Ella se quedó contenta y feliz con su recién nacido, con la idea de aprovechar ese tiempo de descanso.
Transcurridas unas dos horas, sonó el timbre de la puerta.  Cuando abrió se encontró con su hijo mayor, pero solo.  Ella, asustada, le preguntó donde estaba su papá.  El niño le contó muy tranquilo que había mirado a todos sitios y que no vió a ningún papá calvo así que se puso a caminar hasta la casa.  La madre no sabía qué hacer; no contaba con la facilidad que dan hoy en día los móviles para avisar a su marido. ¿Cómo le decía que el niño estaba en casa?.  Desesperada, miraba por la ventana para ver si lo veía llegar y así, transcurrido un buen rato, apareció con el otro hijo en brazos, asustado y chorreando sudor, con los cuatro pelos de la cabeza pegados a la frente, ¡pobre hombre!.
Todo acabó felizmente, gracias a Dios.  El niño, con apenas tres años y medio, recorrió, solo, la distancia que hay desde el Parque García Sanabria hasta el Estadio Rodríguez López.  Cuando el padre regresó algo más tarde al Parque para avisar a la policía de que no siguieran buscándolo, ésta le felicitó por lo listo que era su hijo.

         

lunes, 12 de marzo de 2012

UNA TARDE TORNASOLADA de Amalia Jorge Frías



Era una tarde gris y lluviosa. No me apetecía salir y decidí quedarme en casa, aprovechando para ordenar papeles, de los que sin uno querer, se van acumulando.
Cuando más abstraída estaba, escuché un canto que me llegó al alma; una voz tan dulce y al mismo tiempo tan triste, que se confundía con un lamento.  Dejé lo que estaba haciendo y traté de orientarme y averiguar de quien se trataba.
Cuál sería mi sorpresa al descubrir que era mi vecina, a la que yo jamás había oído cantar, por lo cual nunca se me hubiera ocurrido atribuírselo a ella.  Al preguntarle que por qué cantaba esa melodía tan triste, me contestó que la tarde gris le había inspirado y eso era lo que en aquel momento le apetecía hacer.
Reflexionando ahora sobre aquel suceso, pienso en la gran influencia que ejerció la meteorología de aquella tarde sobre nosotras, aunque cada una la hubiera enfocado de distinta manera.