lunes, 9 de diciembre de 2013

PASIÓN APASIONADA Mary Rancel.




Muy bien podía haberse llamado Pasión, haría honor a su nombre; pero no, le pusieron otro que también le va muy bien. Lleva un nombre de flor, una flor que tiene mucho que ver con el amor y la pasión. Esta persona lleva la exaltación en sus venas, se apasiona con todo lo que hace, lo que ve, lo que oye, lo que piensa, lo que siente…,  en resumen: su vida es un crisol de entusiasmo.

Desde que conocí a este ser sensible, dulce, tenue, humilde, generoso, lleno de amor y con una pasión desbordante por la vida, la familia, el trabajo, el tiempo, los amigos..., la valoro más y más; opino que es un ejemplo a seguir. Sabe gestionar su tiempo a la perfección, puede realizar varias cosas a la vez. Jamás se rinde, siempre está de buen humor, es una trabajadora infatigable. Encaja los avatares de la vida con entereza. Es fuerte dentro de su aparente fragilidad, firme, en su supuesto acatamiento, posee unas fuertes convicciones dentro de su modo de ser apacible; sus ademanes sutiles invitan a la comunicación. Su voz armónica, poética y romántica, origina paz. Es impetuosa por naturaleza pero, a la vez serena y respetuosa. Para mí, representa la pasión apasionada, dentro de una mujer de carácter aparentemente sosegado pero, con una vida interior muy intensa y, sin lugar a dudas, interesante.

Habrán adivinado que se trata de nuestra querida y radiofónica compañera Carmen Margarita.




PUNTO DÉBIL. De Amalia Jorge Frías.






Él se había cansado de decirle que no tenía ninguno. Pero no era verdad; todos tenemos un punto débil y Patricio no iba a ser un excepción. A él le gustaba ser el centro y ver a las demás personas girando a su alrededor. Sus amigos más íntimos lo apodaban Patricio Jueves, y aunque le hacía  gracia, desde su altura, él no alcanzaba a comprender el significado con que los demás se lo decían. Cuando querían conseguir algo, sólo con elogiarlo y reírle las gracias, ya él terminaba bailando al compás de cualquier música que le tocasen. Su punto débil era el peor que cualquier ser humano puede tener: aquel que anula la personalidad.


SIN PALABRAS De Edelmira Linares.





Ana, con su pelo revuelto, sofocada y muy excitada, se presentó en casa, una tarde de domingo.  La esperábamos a almorzar y nos extrañó su tardanza porque nunca se retrasaba; era la pura imagen de la puntualidad.
Mi madre, al verla en ese estado, supo que algo grave había pasado.
Mientras trataba de acicalarla, no paraba de preguntarle
 –Pero, hija mía, ¿qué te ha ocurrido?.
La mirábamos y nos  mirábamos, preguntándonos cuál sería la historia que nos contaría. No rompía palabra, sólo resoplaba ante las inquisidoras miradas que la atravesaban como puñales; se levantó, balbuceó y echó a llorar cual niña pequeña.
Nos quedamos atónitos y aún más cuando nos dijo:

- ¡¡Todo es mentira, nada es verdad y con las ganas, os vais a quedar!!.


PASIÓN. De Carmen Margarita.







Soñó con ser escritor y se quedó a las puertas de una editorial, aunque como portero,  claro. Eso no le impidió  seguir con sus aficiones. Un atardecer de verano, estando en una playa paradisíaca, sin darse cuenta, se fue metiendo en el paisaje y se le antojó que el mar era como una inmensa esmeralda, las gaviotas de cristal, los granos de arena –con los matices de colores del atardecer– parecían diamantes y las palmeras, soldados de terracota que custodiaban aquel paraíso. De repente, reflexionó y se dijo: si mi pasión es ser escritor ¿por qué no volver a intentarlo y algún día ser escritor?. Sí, la ilusión y la pasión no se deben  perder nunca…


TODO ES MENTIRA. De Milagros



Ana se presentó con su novio en casa de sus padres una tarde de domingo, pues quería presentarlo como tal.  Su madre, nada más verlos, se puso a llorar. Ana pensó que era de alegría al verla enamorada, pero nada más lejos de la realidad. Su madre le dijo al novio
-¿Cómo pudiste hacerme esto?
 Ana preguntó que pasaba y su madre le explicó que su novio era su amante, a lo que el novio contestó que no sabía que Ana era su hija y que le perdonara.
-Si tengo que elegir –concluyó –me  quedo con la madre.

 Se marcharon los dos de la casa y ahora quien llora es Ana, y su padre,  quienes, al final terminaron entendiendo, a la espera de otra oportunidad para ser felices.



¿VACACIONES? De Elvira Martín Reyes



Corría el mes de agosto.  Nos habían invitado, a mi familia y a mí, a pasar un fin de semana en la casa en que veraneaba una compañera de trabajo.
Llegamos por la mañana, dispuestos a disfrutar de unas mini vacaciones. Todo se presentaba estupendo: el tiempo, la compañía, la piscina, donde los más pequeños se lo pasaban pipa.  Mientras los maridos se fueron  al muellito de pesca, las mujeres nos quedamos en la casa para preparar la comida.  Estábamos en ello cuando  llegó Pedro, otro compañero invitado.  Empezaron las bromas y, en un determinado momento, fui a la terraza a buscar algo que no recuerdo. Entonces, a través de la ventana que daba a otro cuarto, contemplé a Pedro y a la anfitriona de la casa en una situación “un poco comprometida“. Pedro, al verme, se asustó, pero no tanto como yo, que me quedé pegada en la terraza, sin moverme. A causa de este incidente, Pedro estuvo sin hablarme durante varios años.

Y yo me preguntaba, ¿qué culpa tenía yo?. Si él hubiera sido más discreto, nos hubiera evitado el disgusto o, lo que es peor, la separación  poco más tarde de la anfitriona, “amiga” de Pedro.


AUSENTE De Antidia Iraida Fernández





A tres mil pies de altura estás, en medio de una gran ciudad,  rodeado de miles de personas; siempre igual. Yo me pregunto, ¿en qué parte del universo, en qué lugar del gran mundo estás parado?

Nada de lo que ocurre a tu alrededor te saca del letargo en el que vives; ni las alegrías, ni las penas. Aunque el mundo tiemble, no hay nada que te haga despertar o… ¿verdaderamente, esa es tu forma de vivir?. ¡¡Ya estoy cansada!! ¿Qué quieres que te diga?, me voy a dar una vuelta, a vivir la vida. Ya verás, si tú quieres seguir ausente, como siempre, lejos de todo y de todos. Ya me dirás lo que quieres hacer con tu vida. Ten presente, te habla la experiencia, que mañana puede ser tarde para cumplir los sueños que un día tuviste, y que de seguir así, no llegarás a lograr. Con la actitud  que vas, ahí te quedas con tu triste soledad y tu gran pasión: la ausencia.


PUNTO DÉBIL. De Dolores Fernández Cano.


Él se había cansado de decirle que no tenía ninguno.
-Como su mismo nombre indica, eso es cosa de débiles –repetía Patricio, cuando su amigo le pedía que le enseñara algún método para evadirse de sus responsabilidades, poder privarse de los preceptos constitucionales a los que estaba sometido.
Patricio sugirió la obligación de dar la cara para resolver lo que él mismo había creado. Si fue tan valiente para quedarse con lo ajeno, adueñándose de lo que no le corresponde, tenía que ser fuerte para aplicar soluciones a los problemas.
Siguiendo con gesto severo, Patricio continuó su recriminación, espetándole con energía
 –¡¡Devuelve lo que no te pertenece!!, sincérate contigo mismo, todo ocurre, por no servir desinteresadamente a los otros. En el mundo real no se posee todo.

El amigo avergonzado se alejó, para volver a su cruda realidad.

¿VACACIONES? De Natividad Morín





A María le dieron una semana de vacaciones en su trabajo. Se las debían desde el verano y se las concedieron ahora.
Aprovechando que Pedro, su pareja, estaba fuera de España por negocios de la empresa, ella y sus amigas acordaron ir, esa semana, a un  crucero por el Mediterráneo, para descansar y divertirse un poco. ¡Pedro es un poco aburrido pero muy bueno y trabajador –pensó María- ¡Pero, es tan celoso!, ¡no se cómo se lo tomará.! Bueno, lo llamaré para decírselo, aunque él está lejos,¡y no sé lo que estará haciendo! ¡Mejor se lo cuento, cuando vuelva!.
María y sus amigas se lo pasaron genial. Algunas ligaron, otras  no, entre ellas María; estaba enamorada de su marido y le era fiel.
Pedro regresó de su viaje.  Se sorprendió al ver que su mujer estaba muy cariñosa.
 ¿Qué te ha pasado? –le preguntó
 ¡Me fui de vacaciones una semana! –le contestó ella-
 ¿De vacaciones? –volvió a preguntar Pedro sorprendido-.
Ella se lo contó y él se enfadó muchísimo. ¿Por qué no me llamaste para decírmelo? ¿Y si te hubiera pasado algo? ¡Eres una irresponsable,  no piensas sino en ti!.

Por culpa de aquellas vacaciones, Pedro dejó de hablarle durante un mes, pero…se le pasó el enfado, porque la quería y los dos estaban muy enamorados.


PUNTO DÉBIL. De Antidia Iraida Fernández





Él se había cansado de decir que él no tenía ninguno.
-Como su mismo nombre indica, eso es cosa de débiles –repetía Patricio cuando Carmen, en infinitas ocasiones, quería que le confesara la verdad, esa verdad que día a día era latente, para ella.
Por nada del mundo él quería exteriorizar sus sentimientos; los ocultaba como si fuera un pecado, pero hasta los pecados se terminan confesando, mucho más una debilidad que, más temprano que tarde, termina saliendo al exterior; nada puede permanecer oculto eternamente, por más que se revistiera todos los días con su traje y su máscara dura.

Un día, Carmen descubrió que, a solas, él daba rienda suelta a todo lo que llevaba dentro. Ese día cayó el telón de su vida y así dio rienda suelta a todas sus emociones. A partir de entonces, ya no hubo más mentiras, ni más marea negra de fondo, esa marea que consumía sus vidas y creaba un muro entre ellos, difícil de franquear.


PASIÓN De. Mary Rancel.





Soñó con ser escritor y se quedó a las puertas de una Editorial, aunque como portero, claro. Eso no le impidió seguir luchando por sus sueños; jamás se sintió frustrado. Su puesto de trabajo le sirvió de acicate para continuar aprendiendo de esos héroes de la literatura que tanto admiraba. Cada libro que llegaba a la editorial, él lo leía con avidez, con verdadera pasión, lo comentaba con el editor y hasta con los autores, que le tenían gran estima debido a la devoción que demostraba por sus obras y a las críticas perfectamente estructuradas que de ellas hacía.

Ese portero, apasionado de las letras y las palabras, siempre encontraba un hueco para dedicarlo a lo que más le gustaba, la escritura. Se preparó a conciencia para ello, no quería realizar una obra mediocre, deseaba hacer algo excelso y con el tiempo lo consiguió.

Fue un día memorable, aquel en el que llegó a la Editorial en la que trabajaba y presentó su novela al jefe. Éste, después de leerla, no podía creer que fuera la obra de un principiante, le fascinó el tema tratado y lo publicó. Tuvo un éxito insólito y lo premiaron como autor revelación.

La pasión de este ser perseverante, vio cumplido su sueño de ser escritor.
Lleva publicadas varias obras y todas han tenido un éxito notable. Ahora no es el portero de una Editorial sino un escritor de renombre.




TODO ES MENTIRA De Teresa Jiménez





Ana se presentó una tarde de domingo con toda su familia bajo el brazo. Familia que había hecho junto al hombre de su vida. Felices todos en medio de montones de fotos sacadas en todas las partes del mundo que habían recorrido. De pronto rompió a llorar.

No estaba su hombre. Aquella composición de fotos era  pura fantasía, como si de un embarazo psicológico se tratara y los niños no se habían prestado para esa farsa, eliminando de las imágenes al personaje fantasma.  No supieron entender que ella se sentía más feliz representando esa comedia, aunque todo fuera mentira.


¡QUÉ FEA ES LA MENTIRA!. De Lucía Hernández





En una tarde de domingo, creo que a todas las personas nos gusta salir a dar un paseo.  Estando en una plaza, se apareció una señora con unas bolsas de comida para las palomas. Las que estábamos allí le dijimos que eso estaba prohibido, pero maldito el  caso que nos hizo, siguió su marcha. Con tan mala suerte que apareció por allí un guardia y, al ver lo que la señora hacía, le preguntó
- ¿Cómo se llama usted?
-¡Pues no sé si se lo diga! ¿Para qué lo quiere saber?
-Sólo es de curiosidad…,
-Pues eso no está muy bien…..; pero bueno, se lo voy a decir: Me llaman Ana la del corazón grande, ¿sabe por qué?, porque siento mucha pena por los animalitos. ¿Le gusta mi nombre?. Yo siempre llevo una bolsa con pan o alguna otra cosa, a veces encuentro un perrito y de la pena que me da se  lo doy para que coma, ¿qué le parece? ¡Si viera lo contento que se queda!.
-Pues la voy a llevar presa porque eso que usted hace está prohibido.
- Pues mire, me avisa con tiempo para dar comida a mis animalitos antes de que me lleve. Pero bueno, los dos vamos a arreglar esto, yo le traigo un bocadillo para usted y así todos quedamos contentos, porque creo que le daría pena llevarme presa, aunque me gustaría ver ese centro penitenciario porque no lo he visto nunca, pero según se comenta, no es nada agradable, pero si sucede así, imagino que usted me acompañará ¿Y no le da miedo que lo encierren a usted también? Vamos a dejarlo para otra ocasión y yo a las palomas les traigo trigo en vez de arroz y llevaré un bistec por si me encuentro algún perrito, y si tenemos la mala suerte de encontrarnos, haga la vista gorda y siga su camino, y si alguien le pregunta por mí, usted no me ha visto. No tenga pena de decir una mentira porque hoy, en la actualidad, eso es lo que está de moda. Después de tantas mentiras va y se confiesa, reza un padrenuestro y aquí no ha pasado nada. Que Dios le acompañe.