miércoles, 27 de junio de 2012

SOL DE MEDIANOCHE de Natividad Morín





Era un chico guapo, moderno que tenía muchos amigos.  Estudiaba en la universidad y era un buen estudiante, tanto que se encontraba entre el grupo de los empollones.  Sus padres se sentían muy orgullosos de él.
Hacía unos meses que salía con una compañera de estudios y los dos se veían muy enamorados.  Salían juntos para todos lados por lo que despertaban la envidia de sus compañeros que, les acosaban a bromas.  Pese a eso, ellos no podían ocultar que estaban locos el uno por el otro.
Un fin de semana, salieron a un pueblo cercano, donde los abuelos de él tenían una casa.  Allí pasaron unos días maravillosos, solos con su amor.  Cuando volvían de regreso en su coche, otro  se les echó encima y sufrieron un fuerte impacto.  En el accidente, murió la joven y el conductor del otro vehículo.  El chico salió ileso.
Aunque ha pasado un tiempo de todo eso, él no ha logrado olvidar la muerte de su amor y vive con sus recuerdos.  Junto a ellos, se ha refugiado en la casita que fue testigo de su último día de amor.
Esta noche, leyendo un libro al pie de la ventana, está triste.  Desiste de seguir leyendo, cierra los ojos, cierra el libro y se detiene a contemplar la luna redonda, su única compañera aquella noche.


2 comentarios:

  1. Buen intento para dar salida a un título que entrañaba cierta dificultad. Muy bien, Naty

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  2. Este encuentro fue muy bonito y el desencuentro muy penoso. Conozco una historia muy parecida.Tu relato me ha gustado mucho.

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