miércoles, 21 de noviembre de 2012

LA CONVERSACIÓN de Natividad Morín




Han pasado los años y, a pesar de ello, aún lo recuerdan.  Una mañana, los vecinos escucharon los gritos.
-¡Mi hijo, mi hijo ha desaparecido! ¡Se lo han llevado! –gritaba una mujer aterrorizada.
Avisaron a la policía y pareció que estaban esperando la llamada porque llegaron al momento.  Tocaron la puerta y salió la mujer llorando.
-¿Qué ha pasado, señora? –preguntó el policía.
-¡Mi hijo no está en su cama! –exclamó la afligida madre - ¡Se lo han llevado!
-¿Quién se lo ha llevado? ¿Vive usted sola, señora? ¿Tiene marido? –interrogó el agente.
-¡No! Falleció hace un año, mi hijo es lo único que me queda –le contestó sin dejar de llorar.
La mujer no tenía consuelo, nada podía tranquilizarla, no paraba de llamar a su hijo, entre lágrimas.
-¡Por favor, encuentre a mi hijo! Es pequeño y estará asustado –seguía insistiendo.
-Señora, tranquilícese.  Haremos todo lo imposible por encontrarlo! –le aseguró el policía, mientras le confesaba – Pero, últimamente, ha habido muchos raptos de niños hace dos años se llevaron a mi hija, una preciosa niña, todavía la estoy buscando.
La mujer vio la profunda tristeza en los ojos del hombre.  Después de decirle aquello, él se largó, dejándole toda la angustia de que él se desprendió, haciéndole vivir en la incertidumbre el resto de sus días.



2 comentarios:

  1. Quien lea este relato se quedará con esa misma incertidumbre y vivirá con los protagonistas la intensa tristeza y angustia por la pérdida. Intención del narrador conseguida. Muy bien.

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  2. CONMOVEDORA NARRACIÓN, MUY BIEN LOGRADA.

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