lunes, 12 de marzo de 2012

UNA TARDE TORNASOLADA de Amalia Jorge Frías



Era una tarde gris y lluviosa. No me apetecía salir y decidí quedarme en casa, aprovechando para ordenar papeles, de los que sin uno querer, se van acumulando.
Cuando más abstraída estaba, escuché un canto que me llegó al alma; una voz tan dulce y al mismo tiempo tan triste, que se confundía con un lamento.  Dejé lo que estaba haciendo y traté de orientarme y averiguar de quien se trataba.
Cuál sería mi sorpresa al descubrir que era mi vecina, a la que yo jamás había oído cantar, por lo cual nunca se me hubiera ocurrido atribuírselo a ella.  Al preguntarle que por qué cantaba esa melodía tan triste, me contestó que la tarde gris le había inspirado y eso era lo que en aquel momento le apetecía hacer.
Reflexionando ahora sobre aquel suceso, pienso en la gran influencia que ejerció la meteorología de aquella tarde sobre nosotras, aunque cada una la hubiera enfocado de distinta manera.

3 comentarios:

  1. Relato que encierra filosofía, modos de enfrentarse al devenir de los sentimientos, diferentes herramientas usadas por cada uno para vivir y sobrevivir a tardes tornasoladas, de lluvia gris.

    ResponderEliminar
  2. EL TITULO ES MUY SUGERENTE, INVITA LA LECTURA, ME ENCANTA TU FORMA DE DESCRIBIR LOS HECHOS. HASTA PRONTO ¡CHAO!.

    ResponderEliminar
  3. El efecto mariposa...Lo describes muy bien y muy sencillo haciéndonos partícipes del momento.

    ResponderEliminar