martes, 10 de febrero de 2015

PERCEPCIÓN Candelaria Bacallado





         Se sintió intimidada por su mirada, nada más subir al autobús.  Por un momento, se distrajo mirando a los demás pasajeros pero, sus ojos volvían al mismo lugar, atraídos por aquel rostro de rasgos suaves y armónicos.
         En una de las paradas, vio como aquel hombre se dirigía a la puerta.  Lo hacía con dificultad.  Ella se le acercó para preguntarle si necesitaba ayuda.  A él se le iluminó el rostro con una sonrisa.
          –Gracias –dijo.  Estoy algo torpe; hoy no traje a mi perro. Él es mi guía.

         Después de ayudarlo, ella se quedó absorta.  Pensaba que en el rostro del hombre sólo se percibía una expresión de inmensa dulzura. ¿Cómo no había sido capaz de darse cuenta de su invidencia?


2 comentarios:

  1. Cuestión de percepción. A veces se ve mejor a través de los ojos del alma; profundizan más, ahondan en la verdadera esencia de las personas, más allá de la fachada: de todo eso me habla tu relato de esta semana, Cande. Hermoso.

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  2. No me valen tus excusas, eres una escritora con criterio, correcta y elaboras unas historias increíbles.Felicidades

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