lunes, 15 de febrero de 2016

LA MÁSCARA. Candelaria Bacallado.




            Se había puesto la máscara que lo ayudaría a desinhibirse y expandir su carácter retraído y tímido. Se miró al espejo, y vio en él una imagen sonriente y pícara, ahora había que añadirle la actitud, para dar vida a esa imagen.
            ¿Sería capaz?. Decidido, salió a la calle a disfrutar de su reto. Caminaba por las aceras haciendo carantoñas a sus propios vecinos.
            Pensaba…:  si supieran que soy yo dirían: ¡Realmente se ha quitado la máscara!
            Y es que a veces cargamos con una careta toda la vida.




2 comentarios:

  1. Tu microrrelato invita a la reflexión: ¿es más fácil ser nosotros mismos detrás de una máscara literal, la que esconde nuestros miedos tras un disfraz?

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  2. Me ha gustado tu relato, muy acertado como siempre.

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