martes, 11 de diciembre de 2012

SALVADOS de Natividad Morín



La mañana permanecía tranquila.  Él estaba preparando la reunión de accionistas y esperaba que todos estuvieran de acuerdo con lo que iba a proponer, pues se encontraban en juego muchos puestos de trabajo.  Su padre estaría orgulloso si lo viera.  Estaba sacando adelante el negocio que él le había dejado, con mucho acierto.
Tenía una familia: su mujer y dos niñas.  Una familia maravillosa y un negocio floreciente.  Lo tenía todo y le daba gracias a Dios por ello.  Pero…, nada es perfecto.  Cuando se hallaba organizando los papeles, sonó el teléfono.
-¡Señor! –le dijo la secretaria -¡le llaman de su casa, es urgente, hay fuego en su edificio!.
Él dejó todo y salió corriendo y, ya cerca de su dirección, vio a los bomberos dirigiéndose a donde estaba el siniestro.
No lo pensó, se dio toda la prisa que pudo para llegar a su vivienda, que estaba en primera planta.  La policía quiso impedir que se acercara pero, gracias a su agilidad, pudo realizar su cometido: ¡salvar a su familia!.

2 comentarios:

  1. Muy bien, Naty. Tu imaginación ha ido creciendo con el tiempo, lo que te permite adentrarte en la pura ficción, sin ninguna dificultad.

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  2. Eres una novelista innata, lo demuestras en cada una de tus narraciones, por eso te exclamo ¡bravo!-

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