lunes, 18 de marzo de 2013

MI PRIMER DÍA DE TRABAJO de Teresa Darias



Mi vida, hasta después de muchos años de casada, había sido el hogar y mis tres hijos, pero después, algunas circunstancias me hicieron tener que compaginar hijos, hogar y trabajo.  Nunca antes había trabajado fuera del hogar y lo empecé haciendo en una ferretería, aunque no sabía distinguir un clavo de un tornillo.  Me había propuesto salir  adelante y así fue, con mucho tesón y voluntad por mi parte.
Como anécdota puedo contar que, el primer día que empecé a trabajar, entró a la ferretería un señor que me pidió una llave fija 10-.12.  Yo no tenía ni idea de qué era eso y así se lo dije al caballero.  Él me contestó que cómo pensaba trabajar allí si no conocía lo que me estaba pidiendo.  Mi contestación fue que para aquel trabajo no hacía falta pasar por la universidad.
Con el tiempo, yo aprendí los nombres de todos los productos, leyéndolos en las facturas y aquel buen señor siguió siendo nuestro cliente.  Alguna vez nos reímos juntos al recordar aquella anécdota.
Y así, de aquella manera pasé veinte y tantos años, compaginando hijos, hogar y trabajo.



2 comentarios:

  1. Esta anécdota tuya en el ámbito de tu primer día de experiencia laboral, ilustra el empuje de las mujeres, enfrentando retos con valentía.

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  2. ¡Arriba la mujer trabajadora! fuera y dentro del hogar. Muy descriptiva tu experiencia al frente del trabajo en tu primer día.

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