miércoles, 5 de marzo de 2014

SOLO De Natividad Morín





Si buscaran este pueblo en el mapa, seguro que no lo encontrarían. Es pequeño, de pocos habitantes, las casitas están esparcidas por el valle, los vecinos casi no se conocen.
Por eso, ellos eligieron este pueblo buscando la tranquilidad y sosiego que se respira allí.
Después de pasar cuarenta años trabajando en una ciudad llena de ruidos, humos y luces, que les ponía de los nervios; llegar a la jubilación y cambiar de ambiente fue lo mejor que podían hacer.
Cuando llegaron a aquel paraje quedaron maravillados y sobre todo, cuando descubrieron que, desde la ventana del dormitorio, se divisaba un río de aguas cristalinas rodeado de infinidad de flores que alegraban el ambiente, y que podía ser atravesando un pintoresco puente de color blanco. Este paisaje era solo para ellos, pues  era la única casa que había por los alrededores. La pareja salía a la terraza, se sentaban a tomar el sol y a contemplar ese precioso paisaje, que cualquier pintor hubiera deseado plasmar en un lienzo.



3 comentarios:

  1. Este pueblo que describes me resulta tan atractivo que yo misma iría a pasar en él unas largas vacaciones. Esto significa que lo has sabido vender, narrativamente hablando. Muy bien.

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  2. Me ha gustado tu relato, sobre todo el final, es muy romántico. Mª Dolores.

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  3. Me puedo imaginar ese pueblo tranquilo con el paisaje que invita a meditar, leer y pasarlo bien.

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