lunes, 30 de abril de 2012

EL LADRÓN de Polonia


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Un día, me puse a emparejar los calcetines y me sorprendí al comprobar que me faltaban casi todas las parejas.  No me quedó más remedio que tratar de unir aquéllos que más se parecían.  Al poco tiempo, escuché como mi hijo me preguntaba:
-Mamá, ¿qué has hecho con los calcetines?
A lo que yo le respondí:
-Hijo, ahora se usan así
-Pues te los pondrás tú porque yo los quiero casados
-No es mi culpa.  Ese fue el duende de los calcetines que se llevó los que faltan.
Todavía no sé si se creyó aquella historia.

2 comentarios:

  1. Breve, sencillo y un mismo tiempo ingenioso y divertido relato.

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  2. Siempre das una nota agradable y cómica a tus escrito. Da gusto escucharlos y luego leerlos con mas calma, así los saboreamos mejor.

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