lunes, 30 de abril de 2012

EL RAMO de Lucía Hernández




En el mundo en que vivimos, hay mucho que contar sobre el amor.  Creo que de ninguna otra cosa se pueden hacer historias tan largas.  Cuando somos jóvenes todo es muy bonito, todo nos parece un camino recto pero, a medida que pasa el tiempo, nos vamos encontrando con  curvas y baches en las que podemos caer; por eso hay que tener mucho cuidado.  Ahora viene a mi el recuerdo de una de esas historias:
Tenemos un ramo de flores y de momento vemos otro y, sin pensarlo, cambiamos de idea, nos vamos por el otro sin pensar cuál me convendría más, cuál de las flores aguantaría más…  Así pasó con aquellos jóvenes que se enamoraron.  Al principio todo era muy bonito, lleno de ilusiones, se fueron de sus casas, organizaron su vida, vivían felices, hasta que al pasar del tiempo empezaron a caer algunas hojitas de su ramo.  La joven se dio cuenta de que éste se estaba deteriorando y por más que trató de ponerle agua para ver si podía reverdecer, le fue imposible.  El joven, con su cara muy dura, le dijo que se sentía cansado, que deseaba dejar la relación y ella, en medio de su dolor, le contestó:
-Tu siempre has estado cansado, has sido un gandul, yo he sido la que ha trabajado.  Lamento que te hayas adelantado porque yo había pensado muchísimas veces dejarte.  Al elegir mi ramo, me equivoqué

2 comentarios:

  1. Bonita metáfora del amor y sus avatares.

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  2. Lo que dices en tu historia tiene sentido en la vida que nos ha tocado vivir. Ojalá que el ramo permanezca intacto por mucho tiempo pero, eso nunca se sabe. Incógnita a descubrir por la tecnología moderna.¿Lo veremos?

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