lunes, 17 de diciembre de 2012

EL REGALO OLVIDADO de Teresa Darías






Aunque parezca ficción, este relato es real y me sucedió en la época en que vivía en otro país.  Tenía un niño que era para todos el consentido de la familia.  Un año, cuando se acercaban las Navidades, le tenía un juguete como primera sorpresa a mi hijo; una estación de servicio muy bonita para la época que, como era y sigue siendo habitual en Venezuela, iba a ser entregado por Papá Noel.
Llegó el día veinticuatro de diciembre.  Era tradición que esa noche nos reuniéramos todos para darnos los regalos.  Como nuestra familia era grande y yo tenía otros juguetes, me olvidé poner cerca del árbol el juguete sorpresa.  Cuando me acordé, al día siguiente de mi olvido, no sabía como arreglarlo.  Caí en cuenta de que aquí en nuestra tierra, los regalos los traían Los Reyes Magos.  Entonces, decidí entregarle a mi hijo el regalo sorpresa, explicándole que su abuelo de Canarias  le había enviado por correo el regalo que los Reyes habían dejado para él en Tenerife y así fue como solucioné el problema del regalo olvidado.




2 comentarios:

  1. Excelente solución. Muchos emigrantes vivimos la mezcla de tradiciones que, sin duda, enriquecieron aun más la celebración de estas fiestas tan entrañables y familiares.

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  2. Tú, solucionaste el regalo con muy buen criterio, tu hijo, seguro que disfrutó dos veces la navidad. Hasta pronto

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