miércoles, 10 de abril de 2013

¡DE PELÍCULA! de Carmita Díaz




Como mis padres estaban viviendo en otra isla, me mandaron a Santa Cruz de Tenerife con mi abuela, para que yo estudiara.  Estuve con ella unos cuantos años.  Me dejaba ir sola a los matinés de las cuatro.  Yo comprendo ahora, que eran otros tiempos y además el cine estaba cerca de la casa.  Veía las películas del Gordo y el Flaco, del Oeste, de Marisol, del Ruiseñor, de Deanna Durbin con sus bailes y canciones que, por cierto, yo le cogía el tranquillo y la imitaba, poniéndome a cantar y bailar con mi primo que tenía, como yo, unos 10 u once años. 
-Carmita, baila y canta como Deanna –me decía él.
Le gustaba que bailara y cantara con mi inglés chapurriado y juntos, lo pasábamos muy divertido; ¡de película!.




2 comentarios:

  1. ¡De película!, efectivamente. Qué divertidos recuerdos los de esa niñez tuya asociada al mundo del cine. Me ha encantado.

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  2. Esos recuerdos que se guardan de la niñez son los que más felices nos hacen. Precioso relato

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