miércoles, 10 de abril de 2013

SISSI de Candelaria Díaz




Aquella tarde de domingo en el cine Rex, estaba privada de poder gozar la película de Sissi.  No me importó no comer golosinas. Yo solía ir a cines de barrio que costaban tres pesetas y otras dos para chuches, pero el cine Rex costaba cinco pesetas, así que no alcanzaba para las dos cosas. ¡Valió la pena, vaya que sí valió! ¡Qué bellos paisajes de Possenhofen en Baviera! Eran idílicos y los vestidos de Romy Schneider y el apuesto Karl Böhm, Francisco José. ¡Qué sueño de hombre, para mí, con catorce años! Me dormía soñando con el apuesto emperador del Imperio Astrohúngaro.
Tuvo tal impacto en mí que fui a verla ¡seis veces! y, ya de mayor, la compré en video, pero las tres: Sissi, Sissi Emperatriz y El destino de Sissi. ¡Son inolvidables!. ¡Ah! y fui caminando a clase para comprar los cromos y hoy en día…¡conservo los tres álbumes.  Estaba enamorada; ¡fiebre de juventud!.


2 comentarios:

  1. Fiebre de juventud, sí, pero ¡dulce y bendita fiebre aquella!. Como siempre, he disfrutado mucho leyéndote por el tono narrativo tan singular que usas.

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  2. Creo que no fuiste la única que se sintió atrapada por el encanto del protagonista y los bellos paisajes de las tres películas.

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