lunes, 11 de noviembre de 2013

LA LETRA RUEDA De Elvira Martín Reyes



Como cada noche, después de salir del trabajo, Elena fue a visitar  a su padre al hospital, pero esa noche lo encontró demasiado triste.
–Papá, ¿qué  te pasa?- preguntó Elena
- Me estoy acordando de mi madre – le contestó y con los ojos húmedos, comenzó a contarle.
- Mi madre era una mujer muy adelantada a su época y tenía muchas anécdotas -decía mientras se secaba los ojos, y con la poca voz que le quedaba y casi como un susurro, continuaba hablando.
- Recuerdo una vez en el que yo quería una bicicleta y ella no tenía dinero para comprarla, trabajó hasta reunir la entrada  para poder comprármela y el resto lo pagó con una letra que tenía que pagar a final de mes. Y cuando paseábamos por el camino largo  con el olor de los árboles y el frio en la casa, escuchaba decir a mi madre: ¨la  letra rueda¨. En aquel momento, yo no comprendía, sin embargo,  ahora me doy cuenta  de que lo que rodaba eran los días del mes para pagar la letra.
De repente, se quedó callado…y se durmió.
Después de esa noche, Elena tuvo la oportunidad de visitar a su padre sólo tres días más.




3 comentarios:

  1. Tu relato nos habla de la vuelta a ese punto de referencia vital de la madre, antes del último adiós. Agridulce historia que deja en quien la lee una mezcla de ternura y melancolía. Me ha gustado, Elvira

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  2. Conmovedor relato el tuyo; ¿Cuantas letras rodarían en aquellos tiempos? Por los hijos se hacen muchos sacrificios.

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  3. Conmovedor relato el tuyo; ¿Cuantas letras rodarían en aquellos tiempos? Por los hijos se hacen muchos sacrificios.

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