lunes, 9 de diciembre de 2013

PUNTO DÉBIL. De Amalia Jorge Frías.






Él se había cansado de decirle que no tenía ninguno. Pero no era verdad; todos tenemos un punto débil y Patricio no iba a ser un excepción. A él le gustaba ser el centro y ver a las demás personas girando a su alrededor. Sus amigos más íntimos lo apodaban Patricio Jueves, y aunque le hacía  gracia, desde su altura, él no alcanzaba a comprender el significado con que los demás se lo decían. Cuando querían conseguir algo, sólo con elogiarlo y reírle las gracias, ya él terminaba bailando al compás de cualquier música que le tocasen. Su punto débil era el peor que cualquier ser humano puede tener: aquel que anula la personalidad.


3 comentarios:

  1. En tu relato, es la descripción del punto débil de alguien, que cree no tener ninguno, quien define al personaje. Me gustó mucho que usaras este hábil recurso. Excelente

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  2. Todos tenemos un punto débil, lo malo es no reconocerlo. Me parece muy interesante tu modo de ver y expresar como una persona se puede creer que es el centro del mundo..

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  3. Conciso, directo y verdadero. No por añadirle florituras sería más cierto. Un abrazo

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