lunes, 9 de diciembre de 2013

¿VACACIONES? De Elvira Martín Reyes



Corría el mes de agosto.  Nos habían invitado, a mi familia y a mí, a pasar un fin de semana en la casa en que veraneaba una compañera de trabajo.
Llegamos por la mañana, dispuestos a disfrutar de unas mini vacaciones. Todo se presentaba estupendo: el tiempo, la compañía, la piscina, donde los más pequeños se lo pasaban pipa.  Mientras los maridos se fueron  al muellito de pesca, las mujeres nos quedamos en la casa para preparar la comida.  Estábamos en ello cuando  llegó Pedro, otro compañero invitado.  Empezaron las bromas y, en un determinado momento, fui a la terraza a buscar algo que no recuerdo. Entonces, a través de la ventana que daba a otro cuarto, contemplé a Pedro y a la anfitriona de la casa en una situación “un poco comprometida“. Pedro, al verme, se asustó, pero no tanto como yo, que me quedé pegada en la terraza, sin moverme. A causa de este incidente, Pedro estuvo sin hablarme durante varios años.

Y yo me preguntaba, ¿qué culpa tenía yo?. Si él hubiera sido más discreto, nos hubiera evitado el disgusto o, lo que es peor, la separación  poco más tarde de la anfitriona, “amiga” de Pedro.


2 comentarios:

  1. No sé si fueron esas unas buenas vacaciones, interesantes sí, definitivamente. Una anécdota de este calibre, tenías que contarla. Muy bien, Elvira.

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  2. Una vivencia difícil de olvidar y nada agradable para ninguno. Tenía que pasar y, te tocó a ti descubrir el pastel que en algún momento tenía que salir a la luz.

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