martes, 18 de agosto de 2015

REFLEXIONES DE UN GRUMETE Amalia Jorge Frías


Me llamo Rodrigo, tengo dieciséis años y muchas ganas de vivir.  Mi espíritu es aventurero pero hasta ahora mi vida ha sido una rutina, no me ha pasado nada digno de mención porque…¿qué voy a contar? ¿qué apenas he ido a la escuela y que muchas veces he recorrido los caminos descalzo? ¿o que más de una vez he pasado hambre?, ¡como tantos otros de mi edad!.  Eso no vale la pena ni mentarlo.
Pienso que algo va a cambiar.  Me han dicho que hay un genovés, Cristóbal Colón creo que se llama, que va a navegar hacia un mundo nuevo.  Tengo que verlo, quizá mi vida cambie de destino.
Lo he conseguido.  Después de reírse todos de mí por mi aspecto esquelético y desaliñado, ha llegado el almirante Colón y me ha dicho “arriba” y yo, sin pensarlo dos veces, he dado un salto y me he subido a una de las tres carabelas.
Van pasando los días y esto es más duro de lo que yo pensaba.  Sólo viendo cielo y mar, comiendo pescado que por estos mares hay mucho. Algunas veces dan saltos y ellos solos se meten en el barco, otras me toca tirar las redes y se llenan tanto que tengo que pedir ayuda para sacarlos.  Abusan de mí y me dan los trabajos más peligrosos, siempre me tienen de vigía, colgado del mástil más alto.  Pero, gracias a eso, hoy he visto tierra antes que ninguno y me he puesto a gritar “tierra, tierra, hemos llegado”.
  Empezaron a reírse de nuevo.  No era esa la tierra que íbamos buscando, no, todos sabían que se trataba de las Islas Afortunadas; unas islas preciosas con muchas montañas y bosques.  La más grande tenía forma de guitarra, con un pico enorme y un gran manto verde que la cubría toda sin dejar ver la población.
Yo pensé que desembarcaríamos en ella para aprovisionarnos de agua  y alimentos, pero no pudo ser porque aún no era española y sus aborígenes la habían defendido siempre.  Tuvimos que hacerlo en dos islas más pequeñas de forma redonda y aunque también bonitas y frondosas, no se podían comparar con la más grande.
Me pregunté por qué seguir navegando para descubrir otras tierras, estando ésta aún virgen.




2 comentarios:

  1. Interesante punto de vista de una historia por todos conocida, contada desde la perspectiva de uno de sus protagonistas. Me han encantado las reflexiones de este grumete que ha pasado a la posteridad por su grito de ¡tierra a la vista!.

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  2. Muy interesante tu reflexión sobre el descubrimiento. Muy logrado. Has defendido muy bien a la isla de Tenerife.
    Mª Dolores.

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