lunes, 17 de agosto de 2015

RING RING Candelaria Díaz





–Sí, diga
–Hola, no hay quien te coja en casa
– ¿Qué pasa, cómo te van las cosas?
–Pues mira, la casa la tengo casi vendida
–Me alegro, ¡por fin!
–Ya tenía ganas de decírtelo
–Sí, pues si llamaras sobre las tres, ahora estoy friendo las papas
–Sí, chica, pero a esas horas las frío yo.
–Mira qué graciosa, te gastas una cara
–¿Qué quieres? A nuestra edad se pierde la vergüenza
–¡Hay que ver, con lo repipi que eras!
–Era, era…
–Te dejo que se me queman las papas, ya hablaremos en otro momento, cuídate
–Besitos





1 comentario:

  1. Sin duda, hay conversaciones telefónicas entre amigas que tienen sustancia y enjundia suficiente para llenar páginas. Esta es una buena muestra

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