martes, 5 de marzo de 2013

CASIMIRO TORPEDO de Luisa Delgado Bello




Así era conocido un hombre que vivía en el pueblo, mas ese no era su apellido sino el apodo que heredó de su padre y su padre de su abuelo.  El pobre hombre ya no sabía qué hacer para que le quitaran aquel apodo que tanto le disgustaba.  No había forma de lograrlo ya que, de boca en boca, se comentaba que esa familia padecía de gases y todo el día los estaba expulsando.  Era como una traca cuando pasaban por su lado.  De ahí el apodo de tor-pedo.



2 comentarios:

  1. Los títulos impuestos para la tarea de esta semana invocaban al sentido del humor y aquí está, presente. Muy divertido, Luisa. Se agradecen las risas.

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  2. Tienes una capacidad innata para inventar historias. Me gusta mucho todo lo que escribes.

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