lunes, 21 de octubre de 2013

LA ALEGRÍA DE LEO De Edelmira Linares.






Leo comía pipas con esmero, asomado al balcón desde donde podía ver a las chicas saltando a la comba en el patio. Le encantaba la vista que tenía porque, desde allí, controlaba todo el recinto y parte de la calle.
Las chicas reían y brincaban y Leo no pudo evitar silbarles y llamarles  ¡¡guapas!!. Ellas miraron hacia arriba y lo saludaron con la mano, lo que provocó que se pusiera muy nervioso.

Soltó las pipas y tomó agua para refrescar el sofoco que esto le produjo. Picoteó algo más y decidió limpiar una de sus plumas. Eran bonitas, de vivos colores y le encantaba tenerlas siempre a punto, como se espera de todo buen escritor.




3 comentarios:

  1. Excelente. Me fascina este cuento engañoso que te lleva de la mano hacia un final inesperado que el lector agradece, por lo sorpresivo. Redondo me parece. Bravo!!!

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  2. Estupendo, hasta el final todas pensamos en un loro, nos engañaste, te felicito.

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  3. Te has convertido en una excelente escritora.Cuentas las historias de una forma especial y con un amplio vocabulario. Hasta final pudiste mantenernos en vilo. Muchas felicidades compañera.

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