domingo, 1 de marzo de 2015

LA DECISIÓN Carmen Garcés.





            Nada más abrir los ojos,  aparecía ante mí; tenía el hábito de permanecer junto a mi cama, aguardando a que despertara,  y eso, me exasperaba. Donde quiera que acudiera, sentía su presencia, constantemente acechándome, hostigándome; así días, meses…, años. Ya no podía soportar  esa constante invasión de mi intimidad que, en ocasiones,  llegaba a impedirme respirar.
            Hastiado, decidí acabar con esa relación enfermiza que manteníamos, aunque sabía que no resultaría un cometido sencillo; ella no desistiría con facilidad.
            Fue ayer cuando, finalmente, conseguí  la fortaleza que ocultaba en mi interior  y  me  enfrenté  a  ella.  Aspiré hondamente, la así con fuerza, la miré a los ojos por última vez  y entonces…, la maté.
            A partir de ahora ya no la sufriré más. Se fue esa desconfianza desmedida  e  irracional hacia todo cuanto me  rodea, esa que durante tanto tiempo, me ha impedido gozar una vida de plenitud. La acabo de matar.


2 comentarios:

  1. Exquisito microrrelato que juega a la ambigüedad para divertimento de quien lee. Nos lleva hacia un final que invita a la inferencia o la interpretación; lo que conecta de inmediato con el título: la decisión. Sí, el lector también tiene que decidir. ¡¡Bravo!!

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  2. La desconfianza a veces nos invade, cuando eso ocurre lo mejor es matarla como tú has hecho.Magnifico, como todos los tuyos.

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