miércoles, 14 de octubre de 2015

AQUEL VESTIDO ROJO Dolores Fernández Cano

Aquel vestido que voy a recordar con ayuda de las fotos familiares, fue comprado por mi madre en un viaje de placer que hicimos a Barcelona.  Era una prenda única, un modelo exclusivo en color rojo.  La delantera y los bolsillos estaban bordados en trazos geométricos, con hilo blanco.  Del talle salía un cinturón de la misma tela, que se ataba detrás en forma de lazada.
Ese vestido estaba reservado para las ocasiones excepcionales, como la Fiesta del Cristo de La Laguna, la Romería de San Benito,… En Corpus lo lucía cuando paseábamos admirando las alfombras y algunos domingos lo vestía por las mañanas para asistir a misa y en las tardes para ir al cine.
Con nueve años, como tenía entonces, con ese vestido me sentía una personita muy importante. 

¡Es asombroso como un vestido puede aflorar en nuestro ser tantas emociones!


1 comentario:

  1. Cierto y que siga haciéndolo a través del tiempo, cuando traemos a nuestra memoria su recuerdo, es uno más de sus prodigios.

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