martes, 15 de enero de 2013

MI PARAGUAS FAVORITO de Mary Rancel




Será una tontada coger cariño a un paraguas, pero yo se lo tengo.  Es un paraguas verde oscuro, plegable, seguro, pesado y, en la actualidad, hecho una piltrafa debido al uso y al transcurrir de los años.  Lo obtuve de una forma poco habitual y algo romántica, al menos para mí.

Fue una tarde otoñal plomiza que presagiaba lluvia.  Pensé que llevaba mi paraguas en el bolso y no me dio por comprobarlo.  Cuando comenzó la lluvia, caí en cuenta de mi error; lo había dejado en otro bolso.  Para evitar mojarme, entré en una cafetería, pedí un zumo natural de naranja y comenté el olvido del paraguas.  Un joven que estaba en la barra, me oyó y, enseguida, indicó que prestaba el suyo, que él vivía muy cerca y no le hacía falta.  En principio, le di las gracias, renunciando a su oferta, pero el muchacho insiste y, al final, admito su ofrecimiento.  Quedé en que se lo devolvería al día siguiente, en la misma cafetería.

Esa misma tarde, dejó de llover y, al regreso, entré al establecimiento a dejar el paraguas.  El dueño me indicó que esperase un momento, que le muchacho le había pedido que cuando se produjera mi llegada, le avisara.  Al instante, apareció el chico.  Me invitó a un cappuccino y me exteriorizó su idea de que me quedara con su paraguas.  Yo, algo turbada, le dije que no, que bastante había hecho con prestármelo.  Entonces, me expresó su deseo de acompañarme hasta casa.  No pude negarme.  Durante el trayecto, hablamos mucho, sobre todo de nosotros mismos.  Quedamos en volver a vernos el domingo siguiente.  Él iría acompañado de su hermana para que nos conociéramos y, así ocurrió.  Su hermana y yo simpatizamos al instante y se entabló una relación de amistad que aún dura.  El chico, años más tarde, se convirtió en mi marido.

De estos hechos, han transcurrido cuarenta y tantos años y, el paraguas continúa en nuestro hogar, maltrecho pero apreciado.  En dos ocasiones, mi hija lo ha tirado a la basura y yo he vuelto a recogerlo.  Es mi paraguas preferido y no pienso abandonarlo.




2 comentarios:

  1. Desconozco si esta historia es real o es pura ficción, en todo caso, está muy bien contada, con un ritmo magnífico. Y la trama del relato, sucediendo en medio de una atmósfera romántica y cercana, es del todo creíble y me ha gustado mucho.

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  2. Este relato tiene una mezcla de realidad y ficción. El paraguas existe, a pesar de su deterioro lo conservo y le tengo cariño.

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