martes, 13 de enero de 2015

EL NIDITO Dolores Fernández


                                                       
       

Mi amiga Carlota y yo, Cecilia, hemos alquilado un pisito con vistas al Rocío.  Vamos a pasar unos días inolvidables.  Desde la ventana del salón se divisa todo el recorrido de los rocieros.  Podremos ver de cerca el fervor y el cariño que ponen al transportar a la virgencita.
Después de cenar, vemos la tele.  Nos acostamos tarde porque estamos de vacaciones.  Las dos juntas platicamos, nos regalamos carantoñas y palabritas de amor.

Como hoy es el día clave,  nos hemos levantado prontito.  Desayunamos café con leche y pan tostado con aceite.  Dispuestas ya, nos asomamos a la ventana para disfrutar de la Virgen.  Ella, sin reparo alguno, nos comprende, aceptándonos tal como somos.


2 comentarios:

  1. Ella y la sociedad entera; que se quitó el corsé de los prejuicios hace ya tiempo. Al menos, así lo creo

    ResponderEliminar
  2. Sin duda eran otros tiempos, ahora la tolerancia se impone. Me ha gustado mucho la narración.

    ResponderEliminar