martes, 15 de mayo de 2012

EL EXTRAÑO HOMBRE DEL TREN de Luisa Delgado Bello




Mientras Adela disfrutaba del viaje en el tren transiberiano, regalo de su padre por terminar sus estudios con brillantes notas, leía un libro de suspense que hablaba de un misterioso hombre ataviado con gabardina y sombrero negros.
Al oír abrir la puerta del vagón y levantar la mirada, vio como entraba en ese momento un hombre de las mismas características que las del protagonista de la historia que estaba leyendo.  Al observarlo, tomó nota de lo atractivo y elegante que era y de la mirada penetrante y al mismo tiempo dulce que tenía.
Él también la observaba sin disimulo.  Cuando sus miradas se encontraron fue como un latigazo en el corazón de Adela.  Siguieron el viaje, cada uno en su asiento pero, a medida que el tiempo pasaba, más deprisa le latía el corazón a Adela.  Le estaba gustando mucho el desconocido y transcurrido un buen rato, ella ya no miraba el paisaje nevado de Siberia; sólo tenía ojos para el desconocido.
Cuando él se sentó a su lado y le preguntó de dónde era, ella le contestó con voz temblorosa:
-         Soy  española y  me llamo Adela. ¿Y usted?
-         Yo soy turco y me llamo Mohamed Al Asin
Fue tan ameno y agradable el viaje que los dos se olvidaron de lo que ocurría a su alrededor.  Les parecía que se conocían de toda la vida.
 Se enamoraron locamente uno del otro.  Él la llevó a Turquía para que conociera a su familia.  De vuelta a España, se casaron y fueron muy felices.  Adela y Mohamed vivieron su gran pasión turca.

2 comentarios:

  1. Con un hábil giro por tu parte, el relato de suspense, se convirtió en una historia de amor, dulce, con final feliz, con reminiscencias de esas antiguas novelas de amor que tanto nos gustan.

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  2. Que eres una romántica empedernida no lo pongo en duda. Me gusta tu habilidad literaria y leo con avidez lo que escribes.

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