martes, 15 de mayo de 2012

EL SEMÁFORO de Elda Díaz






María iba con su coche y se detuvo al ver el semáforo en rojo.  Cuando cambió a verde, siguió su camino por la carretera hasta llegar al parque donde se dirigía.  Aparcó el coche y comenzó a pasear a través de los árboles pues el día estaba precioso.  Se sentó en un banco y cerró los ojos.  Empezó a soñar.  Parecía que hasta los árboles hablaban.  Pasó el tiempo relajada y feliz hasta que se dio cuenta de lo tarde que era y que debía volver a casa.  El paseo había valido la pena.  Había podido disfrutar de aquel día tan bonito.

2 comentarios:

  1. Nos hablas del semáforo rojo que a veces deberíamos poner a esta vida llena de prisas. Parar, detenernos y disfrutar de lo maravilloso de la vida, un paseo, la calma o simplemente soñar. Muy bonito, Elda.

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  2. Narras cosas bonitas y positivas en tu escrito, es lo que nos hace falta. Debemos tomar tu ejemplo

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