martes, 27 de noviembre de 2012

EL RAYO QUE NO CESA de Teresa Jiménez





Ayer a la una y media comenzó una tormenta con lluvia, rayos y truenos.  Entonces pensé que, o Miguel Hernández escribió El rayo que no cesa por haber vivido una experiencia parecida o para darme a mi la oportunidad de hacerlo, usando el título de un poemario suyo.
Estaba almorzando en mi terraza, que está techada y cerrada con cristales, y mientras lo hacía observaba aquella cortina de agua violenta junto a unos rayos luminosos con truenos.  Me acordé entonces de aquello que dicen sobre ellos; que se forman cuando las nubes se pelean unas con otras y al pegarse forman lo que forman.  Así que pensé en Noé y me dije: a éste le tienen que estar doliendo los juanetes.  De modo que, entre lluvia, truenos y rayos que no cesan, me olvidé por un momento de la crisis.

2 comentarios:

  1. Bendita tormenta si ayudó a que te olvidarás de esta crisis y sus consecuencias. El buen humor siempre es un buen aliado, sin duda.

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  2. TU SIMPATÍA SIEMPRE APARECE EN TUS RELATOS, ERES INIGUALABLE.

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