martes, 12 de marzo de 2013

AQUELLOS MALOS TIEMPOS de Carmita Díaz






Ocurrió por el año treinta y ocho y nos lo contó mi madre cuando mi hermana y yo éramos pequeñas.  Estábamos viviendo en Los Llanos de Aridane, La Palma, cuando estalló la guerra civil española.  Un día, mi madre se encontraba hablando con una vecina cuando, por la calle, pasó otro vecino que vivía más arriba y parece que al pasar dijo:
-¡Viva España!
Ellas no se enteraron.
-He dicho ¡Viva España! – repitió el hombre muy molesto
-Perdone, compadre, no le hemos oído.
-Pues las voy a llevar presas.
Aquel hombre era falangista hasta la médula.
No pasó nada por Dios no quiso porque en aquellos tiempos las cosas andaban muy revueltas.
A mi padre también le sucedió algo parecido.  Él era empleado de Telefónica y a la señora de la Centralita se le ocurrió comentar que éramos comunistas porque no íbamos a misa.  Se formó un follón tremendo y mi padre casi pierde el trabajo.
Aquellos si que fueron malos tiempos.









2 comentarios:

  1. Sí, terribles tiempos aquellos faltos de libertad y llenos de represión.

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  2. Después de los malos tiempos llegaron otros mejores; ahora estamos pasando por unos de crisis también malos pero, nunca comparables a los citados en tu narración.

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