martes, 18 de noviembre de 2014

A MÍ PLIN Edelmira Linares







Era mi día libre.  Llevaba semanas planeando todo lo que quería hacer y la ilusión me mantenía viva desde entonces.  Hacía meses que no había podido tener ni un solo minuto para mí; ¡ni uno solo!.
Cuando lo vi entrar, justo en ese mismo instante, lo supe.  Sabía lo que me iba a pedir; su cara lo delataba y yo no estaba dispuesta a claudicar ni un día más.  Pasó por mi lado y se detuvo, se acercó y… nada más empezar a hablar, le dije con voz imperativa:

 –¡A mí plin! –y nada más decirlo, salí por la puerta más fresca que una lechuga.



2 comentarios:


  1. A las puertas de unas soñadas y merecidas vacaciones, planificadas y tan anheladas, no hay motivos para quedarse; entiendo muy bien lo de …¡a mí plín!

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  2. Un día libre redondo, Por lo visto no te quedaste con las ganas. Me parece estupendo, es un desahogo fructífero y gratificante.;

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