martes, 18 de noviembre de 2014

CALABAZA, CALABAZA… Teresa Jiménez



¿Quién iba a pensar que esta hortaliza iba a ser la felicidad de la Cenicienta?  Con ese carruaje en el que se convirtió, llevó a la feliz joven al baile, aunque después ella perdiera un zapato.  Eso no tuvo importancia porque poco después llegó el colorín colorado este cuento se ha acabado y todos tan felices comiendo perdices.

Muchas calabazas hace falta hoy en día para la juventud, pero no disfrazadas de carruajes, sino de trabajo.


3 comentarios:

  1. Calabaza, calabaza… cada uno con su nómina al fin de mes. Ay, eso sólo pasa en el país del Abracadabra, me temo… Nos has hecho reír, que no es poco…

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  2. No cambies, tus ocurrencias son de lo más divertidas y certeras.

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  3. La calabaza es rica en vitaminas, me encanta en crema. Mª Dolores.

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