miércoles, 9 de diciembre de 2015

ESAS NOCHES DEL SUR Candelaria Bacallado



En el sur de la isla, hay noches interminables que no acaban nunca.  Cuando eso ocurre, los jóvenes se sientan en torno a la plaza del pueblo; eso suele ser en el solsticio de verano.
Aseguran que esas noches pasan cosas que rozan lo increíble, como ésta que les cuento:
Miguel es un joven a quien su amigo Juan animó para que asistiera ya que había roto con su pareja y estaba desanimado.  Como Juan le había dicho, cuando dan las doce de la noche, se sientan todos en círculo y con los ojos cerrados, visualizan aquello que desean conseguir, o lo que necesitan.  Luego, van a la orilla de la playa y esperan a que sucedan los acontecimientos.
Esa noche, cuando todos los jóvenes estaban en la orilla de la playa, a bastante distancia, salió del agua una joven bellísima que invitó a Miguel a introducirse en el mar con ella.  Todos lo miraban, esperando su reacción.  El chico parecía hipnotizado mientras caminaba por la playa hacia donde estaba la preciosa muchacha.
Los jóvenes que habían quedado en la orilla, impresionados, trataban de vislumbrar a la pareja, pero fue imposible.  Amedrentados, decidieron alejarse del lugar para esperar al amanecer a ver qué había pasado con Miguel.  Cuando poco después, apareció, ante sus insistentes preguntas, él sólo dijo haber experimentado algo especial que había cambiado su vida.

Desde ese día, cuando llega la noche interminable, los jóvenes del sur siguen esperando que les ocurra lo mismo que a Miguel, que continua feliz por haber sido elegido aquel noche de solsticio.


1 comentario:

  1. Mágica historia que nos acerca a la ilusión y al romanticismo de épocas de juventud, lo cual no es poco. Buen trabajo.

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