miércoles, 13 de junio de 2012

ENCARNACIÓN PINTO, UNA GRAN MUJER de Amalia Jorge Frías





Mi madre política fue una persona excepcional.  Cuando era pequeña, la vida fue dura con ella pero, a pesar de eso, consiguió ser feliz, gracias a su carácter bondadoso y adaptable.
Tenía diez años cuando la madre falleció.  Al poco tiempo, su padre se volvió a casar y ella ayudó a criar a sus hermanos.  A pesar de que los hijos del segundo matrimonio estudiaron y ella no, nunca se quejó; por el contrario, ayudaba en la casa y hablaba bien de la madrastra.  Sólo mencionaba lo que había aprendido de ella.  Le estaba agradecida porque le había enseñado a coser y a saber llevar una familia.
Al casarse, se fue a vivir a La Laguna, donde nacieron sus dos hijos, siendo el más pequeño y con el paso de los años, quien se convirtió en mi marido.
De lo único que se lamentaba era de no haber tenido una hija pero, al convertirse en abuela, quiso la providencia que los primeros nietos fueran dos niñas, una de cada hijo.  Con ellas se sintió plenamente feliz durante dos años; luego vinieron los varones pero ya, a ella, se le había acabado el tiempo.
Nunca podré olvidar los tres años que convivimos, ni las muchas cosas que me enseñó pero, lo más que influyó en mí y aquello por lo que más la recuerdo es por el ejemplo de su propia vida.
He querido escribir hoy esta semblanza sobre su persona para que mis hijos y nietos, que no la conocieron, se sientan orgullosos y más cerca de ella.

2 comentarios:

  1. Bonita y emotiva semblanza de una de esas personas que dejan huella; aquéllas que pasan por nuestra vida dejando en ella su luz propia.

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  2. NO SE PORQUE ASOCIO A VECES TUS NARRACIONES CON COSAS QUE ME HAN TOCADO VIVIR DE CERCA. YO TUVE UNA SUEGRA EXCEPCIONAL,CARIÑOSA, BONDADOSA, COMPRENSIVA Y SOBRE TODO BUENA PERSONA. SIEMPRE NOS APOYÓ A TODOS; HIJOS, NUERAS, NIETOS, AMIGOS... HA DEJADO UNA HUELLA QUE NO PODREMOS BORRAR.ME CONMUEVE TU SEMBLANZA.

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