lunes, 30 de septiembre de 2013

RUIDOS de Amalia Jorge Frías





Me encontraba paseando por la carretera junto a mi abuelo, cuando oímos un ruido diferente a los habituales del lugar.
 –Viene una carreta y además viene vacía  -me aseguró él.
 –¿Cómo lo sabes? – le pregunté asombrada
Mi abuelo, que está casi ciego, me contestó:
 –Porque hace mucho ruido.

Yo pensé: igual que las personas, que cuanto más vacías están y menos cultura tienen, como defensa, están alborotando y hablando constantemente, porque son las únicas armas que poseen para hacerse notar.



3 comentarios:

  1. Breve y contundente relato con sabia moraleja final. Me encantó porque, sin hacer ruido, dice mucho.

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  2. Gran contenido en poco espacio. Difícil de realizar, pero tú, has sabido contarlo con maestría, eso es lo que importa.

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  3. Begoña Hernández.

    Hermosa parábola que define muy bien de cuanto ruido nos hacemos acompañar para cubrir nuestras carencias...Como siempre tanto dicho y con que pocas palabras tan precisas nos haces llegar el mensaje.Enhorabuena.

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