lunes, 30 de septiembre de 2013

TENGO QUE CONFESARTE ALGO de Teresa Jiménez





Allá por los años sesenta, una pareja se conoció y rápidamente se casaron.  Fue una sorpresa para todos, pero no, no fue por embarazo.  Con el tiempo sí tuvieron sus hijos y los criaron bien, rodeados de cariño.  Ella fue la madre de todos, incluido su marido y cuando los chicos se fueron de casa y se independizaron, las cosas parecían ir bien hasta que un día un marido le dijo que tenían que hablar.  Ven, le dijo, y sentados frente a frente, él le confesó lo que tenía dentro.
-He sido buen esposo y un buen padre pero ahora abro mi armario de par en par y busco mi camino.
Ella le contestó:

-Eres bueno y respetuoso y te agradezco que no sea por otra mujer. ¡Qué seas muy feliz!  Adiós.



2 comentarios:

  1. Bravo por esta confesión. Ojalá que, como le ocurrió a este personaje, nuestras vidas no nos sean ajenas, que no nos veamos obligados a escondernos detrás de los miedos y los convencionalismos.

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  2. Cosas que pasaban antes, por la represión. Hoy en día, las cosas se ven de otra forma.

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