martes, 1 de octubre de 2013

SINFONÍA de Dolores Fernández Cano





Clotilde ha logrado introducirse en el metro.  Por el olor a humanidad que impregna sus orificios nasales, percibe que el vagón se encuentra a tope.  Trata de proteger su violín de unos cuantos muchachos que, alocadamente y empujando, han entrado al vagón.  Con un ligero movimiento de cabeza, oye sus conversaciones frívolas, deduciendo por el tono de sus voces, que deben ser muy jóvenes.  Agudiza sus oídos para escuchar por el altavoz su próxima parada.  Se prepara para salir, entonces siente que alguien se adelanta; por el olor a perfume que desprende, supone debe ser una dama de la alta burguesía.
Por fin, llega a la calle.  En su rostro nota el gélido frío de Madrid, propio del mes de enero.  Salvando algunos obstáculos, se encuentra ya en el Teatro Real donde, junto a sus compañeros va a debutar en su primer concierto.

Clotilde siente una gran emoción al rasgar las cuerdas del violín, sonando una dulce sinfonía, gracias a su fino conducto auditivo.


2 comentarios:

  1. Una excelente sinfonía de sensaciones la de tu relato, Dolores. Has sabido captar muy bien el propósito de la tarea impuesta esta semana.

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  2. Siempre que leo tus escritos me atrapan desde el principio. Este me ha encantado por lo bien elaborado, como todos los tuyos.

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