martes, 6 de mayo de 2014

LA DULCE ALCANTARILLA de Candelaria Díaz.






Soy una alcantarilla dulce y maliciosa, que hoy voy a ser entrevistada por una narradora de un taller  de literatura muy bueno

Después de los saludos, le cuento lo maravilloso de vivir por estos lugares, con sus bonitos canales, donde navegan toda clase de cosas, ¿y el olor?, delicioso y el aire que se respira, con aromas que marean, es una gozada. Sus habitantes  son seres alegres; corren sin parar de un lado a otro, son muy graciosos con sus bigotes y colitas, están muy contentos aquí y bien seguros, pues el susto que les dio el flautista de Hamelin no lo olvidan. Mientras le hablo, la miro y creo que se ha constipado, ¡cómo no se quita el clínex de la nariz!. Me da las gracias y se despide de mí; eso sí, no me da un besito: cosa que me ha extrañado.


3 comentarios:

  1. Como pez en el agua te mueves por el absurdo, le sacas brillo y nos lo presentas como si tal cosa. ¡Qué sucesos tan absurdamente maravillosos pasan en ese taller de literatura tan bueno del que nos hablas, Candelaria! Muy ingenioso.

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  2. Maravillosa entrevista a una alcantarilla olorosa. La despedida sin beso, pudo ser un despiste

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  3. Me ha gustado esta narración, pero, ¿no sería mejor que el beso te lo diera una bello doncel?. Mª Dolores.

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