martes, 13 de mayo de 2014

RECORDANDO de Carmen Garcés




Canciones, ¡cuántas no hemos escuchado a lo largo de nuestra vida!. Pero hay algunas que, cuando llegan a nuestros oídos, nos transportan; nos llenan de recuerdos, algunas veces… de  nostalgia.
Todos tenemos esa canción de cuando éramos niños, esa que nos acompañaba en nuestros juegos; también aquella que, después, en nuestra adolescencia, nos trae a la memoria nuestro primer amor y, cómo no, esa especial que, posiblemente, a muchos aún nos acompañe hoy, con la que conocimos a nuestra pareja y que nos evoca aquellos nacientes sentimientos de amor.
Todas esas canciones forman parte de nuestras vidas y, por tanto, son importantes para cada uno de nosotros.
Mas hay otras que, aunque pasen los años, continúan estando en nuestra memoria; ésas que nos cantaba nuestra madre cuando éramos apenas unos  niños. Esas canciones consiguen ser tan valiosas que, se van convirtiendo en tradiciones, ya que van pasando de generación en generación.
Recuerdo con toda claridad a mi madre, cantándole a mi hermana las mismas canciones que, años más tarde, le cantaría a mis hijos y a mis nietos. Son costumbres, esencias que no se pierden,... ni deben perderse.
Son canciones que, ellas, nuestras madres, nuestras abuelas nos enseñaron y que nosotros debemos enseñarles a nuestras generaciones presentes y futuras para que puedan seguir diciendo: “Esas son las canciones que ella me enseñó”.




3 comentarios:

  1. La música, arte sublime que acaricia los sentidos y nos acompaña siempre, como banda sonora de nuestra vida. Me ha encantado leerte, al mismo compás y con la misma cadencia con la que tú ibas recordando. Muy bonito.

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  2. Lindo relato. Cantar es estupendo. Se alegra la vida. Mª Dolores.

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  3. Ilusionarte camino por las canciones de una vida, con cadencias de ternura como eres tú, querida compañera.

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