miércoles, 17 de diciembre de 2014

¡QUÉ HERENCIA! Candelaria Díaz





Mientras me tomo un café, miro una foto de la casona señorial que acabo de heredar; ¡me quedo con cara de guanaja!.  Es enorme, ¿qué hago yo con ella? ¡es mucho pa mí!.  Y la condición que me ponen es no venderla. ¡Ah! y junto a la casa, un coche color rosa, ¡fuerte cursilada!; los que vivían aquí tenían que ser pijos.  En fin, cuando mi tío me la donó, antes de verla, pensé en una casita, pero ¡mira parai!, tengo que vivirla y no la podré mantener.  Estoy amargada aunque… acabo de tener una idea:  me dejo una parte pequeña pa mí y lo demás lo dejo para nuestro club de Flores del Teide. ¡Qué bueno!.  Las invito a la inauguración y todas y todos de etiqueta, como se merece la gran casa y en cuanto a la monada de coche, se lo dejo a Amalia que con este color no se nos pierde.


4 comentarios:

  1. No hay nada que se te resista, Candelaria. Ni las herencias pijas. Tú consigues llevar todo a tu terreno y con gracia y buen humor, resuelves siempre los embolados en que a veces las meto

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  2. !Qué bueno!, ya no tendremos que pagar alquiler. Procura contratar unos buenos albañiles para que la arreglen a nuestra comodidad. Al coche se le puede cambiar el color, pero sería una pena. !Qué contenta estoy!.
    Mª Dolores.

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  3. ¿No tenias ganas de abrir una residencia de mayores? pues ya retienes la solución. Yo me apunto, pero con la condición de que de den una vuelta en el llamativo coche.

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  4. Por favor no te olvides l conducirde contratarme un chófer porque el carnet de ya lo tengo vencido.

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