martes, 31 de marzo de 2015

SI NO FUERA Candelaria Díaz


      
   Si no hubiera sido porque fuimos tres chicas, no habríamos podido cuidar a nuestros padres durante trece años, en su casa, turnándonos mañana, tarde y noche, con los nietos rondando por allí; ¡fue una pesadilla!, pero se lo merecían por haber creado una familia tan unida.

         En Navidad éramos unas treinta personas a la mesa.  Fue entrañable y hoy en día seguimos con la tradición, gracias a su buen hacer.  Esa fue su mejor herencia; la misma que nosotros tratamos de dejar a los que siguen.



2 comentarios:

  1. Entrañable es ser testigos de tal prueba de amor hacia los padres; padres afortunados que supieron sembrar tan bonitos sentimientos de entrega en sus hijas para, finalmente, cosechar amor a manos llenas. Emoción y admiración es lo me produce, no puedo añadir otra cosa.

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  2. Muy emotiva esta narración, trae a mi imaginación cosas que todavía puedo hacer con mi ser amado.

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