lunes, 24 de marzo de 2014

RECONSTRUCCIÓN de Natividad Morín



 
Maternidad, Cuadro de E.H.Orallo
Estoy en mi pasado. Me paseo por él. Sé exactamente donde voy, de la misma manera que conozco para qué: salgo de mi casa y me dirijo al hospital. Estoy embarazada y he salido de cuentas; cerca de dos semanas. El ginecólogo me dice, bromeando, que el niño va a salir con barba. Estoy nerviosa y con mucho miedo a lo desconocido ¿cómo será el parto? Va a ser el primero.
En aquellos años no se hacía ecografías y por tanto no sabía si era niña o niño. Recuerdo que cuando llegué a la clínica y me vio la matrona, enseguida se dio cuenta de que la cosa no evolucionaba como debería.
Tuvo que llamar al médico. Cuando llegó y echó un vistazo, dijo,
- ¡Este niño, se encuentra bien donde está, pero vamos a ayudarle a salir, que ya es hora! . Le pondremos un goteo y el nacimiento será más rápido, aunque más doloroso. 

Al final, valió la pena, ¡fue una gran alegría! Era una niña, morenita, gordita, ¡preciosa!.
Como esas horas se olvidan ¡gracias a Dios!, unos años más tarde llegaron, poco a poco, cuatro hijos más.
Este es parte de un pasado que recuerdo con mucho cariño y nostalgia. ¡Con qué rapidez han pasado los años!; me parece que fue ayer.





5 comentarios:

  1. Te he acompañado en este paseo por el ayer y entiendo por qué encaminaste tus pasos hacia ese instante precioso en la vida de una mujer: el nacimiento del primer hijo. Asistí, emocionada, a ese parto y celebré contigo la alegría de esa primera mirada a la hija. ¡Me encantó!

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  2. !Ay los hijos!, como llenan nuestras vidas, tanto que al evocar momentos del pasado, casi siempre nos llevan a ellos. Con tu escrito, me llevaste a vivir, también a mi, el nacimiento de mi hija. Emocionante tu relato. Felicidades.

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  3. Que bien has narrado tu primer parto. Muy emocionante. Aunque fuera un poco complicado, te animaste a tener cuatro
    más. Mª Dolores.

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  4. Conmovedor y emotivo tu relato, nacido de una realidad de ensueño y felicidad.

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  5. Tenemos en común, que nuestro primer parto fue una niña, y a pesar de que nos costo un poquito no tuvimos reparos en repetir varias veces.lo has narrado tan bien, que he vuelto ha revivir el mio gracias Nati. por esta narrativa tan verdadera y llena de ternura.

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