lunes, 3 de diciembre de 2012

LA EXCURSIÓN de Carmen Margarita




Una semana, preparando la excursión a la playa, ¡qué ilusionados estábamos!.  Al fin, llegó el día tan esperado.
-Mami, no hay sol
-Es temprano –contesté.
Llegamos a la playa.  Hacía un viento tremendo y un oleaje de bandera roja.
-¡Niños!, a jugar –les dije un poco preocupada
-¡Mami, un bocadillo!
¡Uf! Las hormigas se me adelantaron.  Casi al mismo tiempo, oigo un llanto.  Era Sergio con las rodillas ensangrentadas.
-Me resbalé –me explicó desconsolado.
Un poco más tarde, escuché otro llanto.  Esta vez era Jorge; le había picado un agua viva.
-Mami, mejor nos vamos –me dijo uno de los niños, con esa sabiduría natural que les caracteriza.
Empezamos a recoger y, camino a casa, nos pusimos a cantar, a contar chistes y a reírnos de cualquier cosa, con una alegría tan contagiosa, que se nos olvidó todo lo ocurrido.
Al final de aquel día, saqué mi propia moraleja: cuando las cosas se tuercen y van mal… siempre pienso que pudo ser peor.  A fin de cuentas ese día terminamos alegres y contentos, que es la mejor forma de acabar y… ¡a mal tiempo, buena cara!.



2 comentarios:

  1. Se había pedido un relato con moraleja y tú nos has regalado dos con esta historia dulce y cercana, rebosante de autenticidad. Muy bien.

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  2. Eres una moraleja en ti misma, pues de ti he aprendido mucho y bueno.

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