Una
tarde de enero –era miércoles–, Elda nos invitó a ir DE COMPRAS . Mary tenía que encontrar LAS
PANTUFLAS DEL PAPÁ e iba a
aprovechar que Dolores debía pasar
por LA ZAPATERÍA DE BLANCA NIEVES, así que, llenas de
ilusión, nos aventuramos por el nuevo año que empezaba, dispuestas a hacer
nuestras las buenas cosas con las que, estábamos seguras, nos íbamos a
encontrar. Nos detuvimos en el SUPERMERCADO DE DON QUIJOTE porque vimos a Paula en la puerta, a punto de
entrar. Nos contó que Teresa D se había comprado unas SANDALIAS
DE CRISTAL muy bonitas. Ya al final de la tarde, terminamos todas juntas en
el teatro, y nada más abrirse el telón, Candelaria
B nos mostró el sutil rostro de la SOLEDAD,
después de lo cual, Carmen Margarita
nos invitó a admirar LOS COLORES DEL
AMOR.
Luego de visitar –como si de aves curiosas se tratara–, a numerosos y
variados Espantapájaros y de haber recorrido, de formas distintas, unas
más que curiosas, ONCE LÍNEAS; ya
instaladas en febrero, nos fuimos de Carnaval. Luisa bailó con la orquesta Nicanrandy, y mientras Edelmira nos convencía de que los
carnavaleros nacen, no se hacen; nos fuimos a las fiestas del ayer con los Fregolinos y la Nifú Nifá y ¡lo
pasamos del diez!.
Recuperadas ya, de tanto Carnaval, llegamos a marzo. Allí nos esperaban nuestros amigos Esteban
Noselocrean, Ángel Sipuedo, Casimiro
Torpedo, Milagros Dinamita y, con ellos, nos montamos en las ALAS DEL CORAZÓN de Candelaria Díaz y
volamos, con el ARROJO de Amalia, sobre el territorio mágico de
historias increíbles, rumbo a la primavera.
Y llegamos a abril, y lo único que hicimos fue irnos al cine.
Isabel había tenido que ausentarse, pero no nos dejó solas. Con nosotras se quedaron Sissi
Emperatriz, Charlton Heston, Gregory
Peck, Montgomery Cliff y no sé cuántos personajes más del celuloide, que hicieron
nuestras delicias. La ausencia de la
profe se alargó más de lo que ella hubiese deseado y es que estaba ocupada en
regar los tallos de otra flor lejana, así que no volvimos a verla hasta
septiembre.
Nos entretuvimos haciendo semblanzas de nuestras madres, o
dando paseos, a hurtadillas, por un libro, cada una el suyo y algunas veces,
dábamos vueltas por nuestro blog y nos leíamos, admirándonos con la VIDA DE BRIAN de Teresa Jiménez, emocionándonos con la semblanza de MI PADRE de Luisa Delgado o la CARTA A
MI TÍA de Candelaria Bacallado. También lo pasamos ¡DE PELÍCULA! con las
historia de cine de Natividad Morín,
o leyendo LA CARTA de una madre a su
hija de Teresa Darias, y otra Teresa, Jiménez esta vez, escribió: TENGO
QUE CONFESARTE ALGO y todas leímos con intriga su confesión. Paula Lugo nos
conmovió hablando de MERCEDES, su
hermana y Mary Rancel nos presentó a
un interesante TROTAMUNDOS, después
de que Lucía Hernández nos relatara
una historia, diciéndonos: ASÍ ME LO
CONTARON. Luego, nos divertimos con el curioso relato LA ALEGRÍA DE LEO de Edelmira
Linares y, tras todo esto, Elvira Martin nos trajo un atractivo ramo de ROSAS ROJAS PARA ANA, justo cuando Elda Díaz comenzaba el dulce relato de la CIEGA DE LAS HIERBAS.
Poco después, llegó Septiembre y con él Isabel, que en un
viaje relámpago se posó nuevamente entre nosotras. Guardábamos para ella la sorpresa de contar
con dos nuevas amigas, Antidia y
Milagros, que se unieron al grupo de flores que somos. Era tal la alegría, que Dolores Fernández nos brindó enteras LAS RISAS DE FLORES DEL TEIDE,
a lo que Candelaria Díaz respondió ¿QUÉ ME DICES?. Luego, Edelmira Linares dio fé
de aquella TRANSFORMACIÓN con su
relato y ¡todas tan contentas!.
Octubre vino de la mano de Carmen Garcés que nos condujo, dulce y suavemente, por los senderos
intrincados del otoño, dejando en ellos, signos de su saber hacer. Nos regaló horas estupendas, llenas de nuevos
retos que vencimos con el arma de la ilusión, siempre dispuesta. Gracias Carmen,
¡¡eres un sol!!, dijimos todas. Y la
quisimos tanto, que se quedó prendida en nuestras tardes de miércoles siempre
que ella lo desee.
En noviembre, esperamos juntas el regreso de Isabel y tras el
TRISTE DULZOR de Carmen Margarita, empezamos a conocer
el SENTIR de Milagros y justo entonces, nos dio por subirnos a los árboles: al
ÁRBOL DEL AYER de Antidia y al de la LIBERTAD
de Elvira Martín y, Natividad Morín –empeñada
en convencernos de que sí existen los AMORES
A PRIMERA VISTA le indicó a Teresa Jiménez que no parara de hablar
de CAYETANA. Ante tanto alboroto, Lucía Hernández nos dijo ¡¡ESCAPA
COMO PUEDAS!!, y así, casi sin
darnos cuenta, bajo la atenta mirada de la Presidenta de la Asociación Flores
del Teide, Amalia Jorge Frías,
fuimos ENCAJANDO LA VIDA, camino de
diciembre, y aquí estamos poniendo fin a este cuento, para dar comienzo a otro
nuevo, en este emocionante viaje que es no dejar de aprender.
¡Feliz Navidad y Venturoso Año 2104!
Isabel Expósito Morales