martes, 8 de enero de 2013

LOS MANOLOS DE BLANCANIEVES de Luisa Delgado Bello



                                                               
Cuando Blancanieves se despertó después de comerse la manzana envenenada que le había ofrecido la madrastra, no estaba con los enanitos, como nos han contado toda la vida sino que lo hizo en una tienda de zapatos lujosos.  Mientras daba vueltas mirando alrededor, su asombro era mayúsculo: ¡todos los zapatos eran de Manolo Blahnick!.  Unos de tacón altísimo, otros con plataforma, muchos adornados con cristales de Swarovski. ¡Qué lujo tan grande! Y lo peor era que todos costaban entre mil y mil quinientos euros.
Antes de quedarse dormida, todo estaba muy barato pues el euro no existía.  Con doscientas pesetas se compraban los mejores zapatos , en aquel entonces, estaban de moda.  Tras despertar, todo había cambiado y ¡de qué manera!.
Suerte que, al abrirse la puerta de la lujosa zapatería, vio como entraba su príncipe azul y él le regaló los zapatos más bonitos entre todos los Manolos carísimos que allí estaban.  ¡Lo que iba a sufrir la madrastra!


MUCHAS GRACIAS de Amalia Jorge Frías





El sábado día 15 de diciembre fue, para nosotras, una fecha muy especial; por primera vez en nuestras vidas participamos en un programa de radio.  Fuimos invitadas por nuestra compañera del taller de literatura, Carmen Margarita, al programa que ella presenta en Radio Unión Tenerife.  Vivimos una experiencia única y creo que muy positiva, para nosotras y para nuestra Asociación de Mayores, Flores del Teide.
Quiero reiterar las gracias a nuestra compañera por invitarnos, y a Radio Unión por darnos la oportunidad de poder llegar, con las narraciones de nuestras vivencias sobre la Navidad y nuestra pequeña obra de teatro, a los hogares de sus muchos oyentes.
¡Feliz Año Nuevo 2013 para todos!

ROMEO Y JULIETA de Elvira Martín Reyes




De súbito, me sorprendió la voz de Julieta.
-Suban, por favor –decía a los presentadores de TV.
Yo me encontraba a la izquierda de su casa.  Era verano, y estábamos en un recodo muy acogedor, rodeado de muchas flores, en una ciudad donde hay un bar donde sirven el mejor café de Italia.
La gente se agolpaba alrededor de su estatua, situada debajo de su ventana.
-Julieta, si vivieras en el tiempo presente, ¿crees que Romeo se hubiera quitado la vida por ti? -había preguntado el presentador.
-Ni loco –respondió Romeo que entraba en ese momento –Si a esta tonta no se le hubiera ocurrido hacerse la dormida, estaríamos tan felices, disfrutando de todas las libertades que existen hoy en día.
-Pero tiene sus ventajas –le respondió Julieta – Si no, fíjate en todas las parejas que han venido a visitar nuestra casa.
-Las ventajas son para ellos que viajan y para la TV que cobra, pero nosotros, Julieta, seguimos vagando con nuestro amor, a través de los siglos.
-¡Señores, la visita ha terminado! –fue lo único que escuché del guía de nuestra visita a Verona.  Mi ensoñación había terminado.

NAVIDAD EN FLORES DEL TEIDE de Mary Rancel




Un año más, en la Asociación Flores del Teide, celebramos la fiesta de la Navidad, reunidas alrededor de la mesa de trabajo.  Nuestro apreciado taller de literatura es el símbolo del amor por las letras para quienes lo formamos y participamos activamente de las clases de nuestra querida profe Isabel, la cual, con su cariño y paciencia, ha logrado despertar en nosotras el interés por aprender algo nuevo cada tarde de miércoles.  ¡Puedes estar orgullosa, Isabel! Tu esfuerzo ha valido la pena, está dando sus frutos.  Los días de taller son de disfrute y convivencia para todo el grupo.  Es genial que las tardes de miércoles sean tan apetecidas.  Los juegos, los comentarios, adivinanzas y trabajos realizados en grupo nos fortalecen, hacen que nos conozcamos mejor y nos ayuda a fomentar el compañerismo.  No podemos olvidar el ratito de la merienda. ¡Lo pasamos de rechupete!.  Todas las actividades que realizamos nos estimulan a seguir adelante y, como bien considera la presidenta de nuestra Asociación, hasta llegaremos a publicar un libro con nuestros escritos.  Todo se andará.
Quiero agradecer a nuestra querida profe, en mi nombre y en el de todas las compañeras, sus desvelos, dulzura y trato amable que, desde el primer momento nos ha mostrado.  También a Amalia, que preside la Asociación y a las demás componentes que forman La Junta; todas personas maravillosas.
A todas las compañeras que participan en el Taller de Literatura, les deseo con sincero cariño, unas Felices Fiestas Navideñas junto a sus seres queridos y que sus ilusiones se hagan realidad en este Año Nuevo.  Para mí y los míos deseo lo mismo.

CAMINANTES de Carmen Margarita





Una mañana calurosa y soleada, iban los famosos caminantes por un polvoriento camino, en medio de un silencio sepulcral.  De repente, vislumbraron un edificio allá a lo lejos.
-¡Sancho! Pues estamos vivos.  Corre y compra una cocacola bien fría.
-Sí, señor –contestó Sancho muy emocionado
-¿O acaso son molinos? –dudó de pronto don Quijote
-Pues no, no son molinos, señor, son preciosos adornos navideños. ¡Ja, ja, ja! ¡Qué panzada me voy a dar!

LÍOS AMOROSOS de Mary Rancel




-Se rumorea que tenéis dificultades en vuestra relación por culpa de los familiares de ambos. ¿Es cierto? –pregunta el entrevistador de TV.
-Bueno, en parte sí.  Los padres de Julieta quieren casarla con Otelo, por su dinero.  A mí no pueden ni verme –contesta Romeo.
-Sabes que te quiero con locura y jamás me desposaría con ese moro celoso –dice Julieta dulcemente –Es tu familia quien desea liarte con la cursi de Desdémona.
Se miran con complicidad y alegres exclaman:
-¡Es broma! Eso no puede ser; todos somos hijos del mismo padre.


CANAL 2 + 2, ENTREVISTA A LOS DUQUES DE LA AURORA de Candelaria Díaz



                                                                            
PERIODISTA:                                  Bienvenidos a nuestro programa.  Les veo muy    
                                                          bien.
DUQUESA JULIZANA:                   Sí, estamos felices, después de luchar por nuestro 
                                                          amor.
PERIODISTA:                                   El que la sigue la consigue
DUQUESA JULIZANA:                   Sí y se lo agradezco a RomeAlfo, tan cariñoso y      
                                                          amoroso, me da achuchones y mucho calorcito.
PERIODISTA:                                   Dígame, don RomeAlfo, ¿cómo lleva lo de ser    
                                                          duque de la Aurora?
ROMEALFO:                                    A mí eso no me importa, yo la amo desde siempre,   
                                                          con amor platónico y ahora es mía.  Yo amo sus      
                                                          lacitos, volantitos y su forma de hablar, su nido de       
                                                          pelos y esos morritos míos…
DUQUESA JULIZANA:                  Sí pero lo que me joroba es el acoso de ustedes.   
                                                         Yo soy normal, en fin, moriremos con historia.
PERIODISTA:                                  Perdone Duquesa, lo sentimos pero, recuerde que 
                                                         usted es Grande de la Patria, una gran aurora boreal.



SANDALIAS DE CRISTAL de Teresa Darias





Cuando caminaba por la nieve, para estar con sus amigos los enanitos, a Blancanieves se le rompió el tacón del zapato.  Fue a una zapatería y se compró otros  propios para caminar por el bosque y la nieve, aunque a ella, lo que de verdad le hubiera gustado, es calzarse unas sandalias de cristal y tacón, como las de Cenicienta, pero eso era un sueño, un imposible; aquel no era su cuento.


BLANCANIEVES EN UNA ZAPATERÍA de Carmita Díaz





El cuento de Blancanieves gusta mucho a los niños por lo del espejito y porque ella es muy feliz en el bosque con sus siete enanitos, lejos de la malvada madrasta. Lo que no saben es que un día, de repente, ella salió del mundo en que vivía para viajar al mundo real, e ir a una zapatería a comprarse unas zapatillas preciosas, para gustarle aún más a su príncipe azul.  ¿Habrá regresado?

EN EL SUPERMERCADO de Paula Lugo



Fueron al supermercado a comprar algo para comer y beber, pero unos jóvenes empezaron a molestarles.  Don Quijote sacó su gran lanza y arremetió contra ellos pero, tan decaído estaba por el hambre, que cayó al suelo antes que los jóvenes.  Sancho le quiso ayudar pero no pudo, debido al peso de su gran barriga y, se desplomó, rodando por el piso.
-Don Quijote, no hemos comido ni bebido para coger fuerzas y seguir nuestro camino.
-Sancho, tú no te preocupes porque por tanta grasa acumulada como posees,  tienes reservas para aguantar.  Además, ya compraré yo algo ahora que me levante.
-Pero señor, si ahí no hay nada que comprar para comer, ¿a qué esperamos para irnos a otro sitio?
-¡Jesús, Sancho! ¿Acaso no te has fijado que aquí está mi Dulcinea y que quiero verla y darle un abrazo?  Anda, compra algo de tocino y una hogaza de pan y ya comeremos –dijo don Quijote.
-Así yo engordo y usted adelgaza, ¡qué bien!.  Lo que hay que aguantarle al patrón. Pues mi burro y yo haremos lo que podamos porque esto no hay quien lo aguante. ¡Don Quijote, es mucho Quijote!
l supermercado a comprar algo para comer y beber, pero unos jóvenes empezaron a molestarles.  Don Quijote sacó su gran lanza y arremetió contra ellos pero, tan decaído estaba por el hambre, que cayó al suelo antes que los jóvenes.  Sancho le quiso ayudar pero no pudo, debido al peso de su gran barriga y, se desplomó, rodando por el piso.
-Don Quijote, no hemos comido ni bebido para coger fuerzas y seguir nuestro camino.
-Sancho, tú no te preocupes porque por tanta grasa acumulada como posees,  tienes reservas para aguantar.  Además, ya compraré yo algo ahora que me levante.
-Pero señor, si ahí no hay nada que comprar para comer, ¿a qué esperamos para irnos a otro sitio?
-¡Jesús, Sancho! ¿Acaso no te has fijado que aquí está mi Dulcinea y que quiero verla y darle un abrazo?  Anda, compra algo de tocino y una hogaza de pan y ya comeremos –dijo don Quijote.
-Así yo engordo y usted adelgaza, ¡qué bien!.  Lo que hay que aguantarle al patrón. Pues mi burro y yo haremos lo que podamos porque esto no hay quien lo aguante. ¡Don Quijote, es mucho Quijote!


BLANCA NIEVES EN UNA ZAPATERÍA de Dolores Fernández Cano




La alarma del despertador sobresaltó a Blanca Nieves.  Se levantó a toda prisa, se arregló y desayunó.  Aquel iba a ser un gran día.
Sus amiguitos, los siete enanitos, la iban a llevar la verbena del barrio y, por ese motivo, necesitaba unos zapatos nuevos, que le hicieran juego con su vestido de satén.
En una calle transversal a su domicilio, había una elegante zapatería, de modo que, se fue rumbo a ella, rápidamente.
Blanca Nieves, una vez dentro de la tienda, se sentía extraña, pues todas las miradas se fijaban en ella.
-¡Qué guay, es Blancanieves! –comentaban  con júbilo los niños.
-¡No, no es! Es una señorita que irá seguramente a una fiesta de disfraces –replicaban los padres.
La dependienta se quedó petrificada y, tras unos segundos, preguntó angustiada:
-¿Es usted la auténtica Blancanieves?
-Claro, le aseguro que sí, soy Blanca Nieves. Me encuentro aquí dispuesta adquirir unos zapatos bonitos, cómodos y elegantes.
La empleada le enseñó un par con un gran tacón de aguja, pero la dulce Blanca Nieves, agradeciendo su interés, reconoció que con aquellos tacones se caería.
-Prefiero aquellos de charol negro, sin tacón.  Esos son los que me gustan –aseguró.
Después de probárselos y quedar conforme, los abonó con su tarjeta Master Card, saliendo a continuación de la zapatería, eufórica y altanera, dejando a los demás clientes atónitos.


ENTREVISTA A ROMEO Y JULIETA de Natividad Morín


                                                                              
Romeo y Julieta eran una pareja de enamorados.  Querían formar una familia, pero no podían porque sus padres les tenían prohibido estar juntos.  Las familias de ambos jóvenes se habían peleado años atrás y ahora la pareja pretende que sus padres olviden el pasado y les permitan casarse.  Por esa razón fueron al programa de televisión “Hay una cosa que te quiero decir”.  El presentador era muy conocido y estaba muy contento de tener en su programa a una pareja tan famosa
-¿Qué pretenden al venir al programa? –les preguntó JJ
-Queremos que nuestros padres nos dejen estar juntos –contestó Romeo- ¡Y que ellos hagan las pases, también!
-Sí, deseamos que nos den su consentimiento para casarnos –siguió Julieta.
-Si vuestros padres permiten vuestra unión, ¿dónde será la boda? –pregunto con curiosidad el presentador.
-¡En mi castillo! –dijo rápidamente Julieta.
-Pero, si nos prohíben vernos y amarnos, nos fugaremos –replicó Romeo.
-¡O nos matamos y estaremos juntos para siempre! –exclamó Julieta -¡no podemos vivir separados, nos querremos hasta la muerte!
El presentador esta impresionado por la resolución de los jóvenes.
Los padres rechazaron el sobre que les llevaron.  No querían ninguna reconciliación y aquello sentenció el final de la pareja.
Ellos se abrazaron llorando.  JJ, el presentador, también lloró y todo el público les acompañó con sus lágrimas.
Todos conocían el final de aquella historia.



DE COMPRAS de Elda Díaz





Se fueron de compras al supermercado Cervantes.  No dejaron el coche por fuera; dejaron el burro. Ir de compras les resultaba muy difícil.  Aquello no se parecía en nada a su otra vida, a las costumbres de su época. Si querían comer algo, no les quedaba más remedio, así que, aunque extrañados, con el carrito en manos de Sancho, Don Quijote se dispuso a hacer la compra.


LAS PANTUFLAS DE PAPÁ de Mary Rancel




Por fin las entrañables fiestas navideñas. ¡Qué placer me dan!.  Parezco una niña ilusionada con la llegada de Papá  Noel, después de la cena.  El momento me fascina, ¡me parece prodigioso!.  Nuestro padre es quien anuncia el instante de recibir cada uno su regalo y, ahora mismo, acaba de expresarlo apuntando divertido: ¡todos al árbol, a retirar los presentes que, entrando por la chimenea, ha dejado el hombre de Laponia con sus renos! ¡Jo, jo, jo, jo! ¡Al ataque mis valientes!.
Juntos, al unísono, dejamos la mesa y nos lanzamos a las faldas del árbol de navidad plagado de paquetes, todos con sus nombres puestos y comenzamos a abrirlos, rompiendo los papeles, sin ningún miramiento.  Al principio, cada uno pendiente de su obsequio, no nos hemos dado cuenta de los demás pero, enseguida nos fijamos en papá: está rodeado de cajas de zapatos y en cada una de ellas unas pantuflas, ¡cinco pares nada menos!, por lo que no es de extrañar su cara de asombro; ¡no se lo puede creer!.  De súbito, inicia una carcajada contagiosa y, todos terminamos riendo sin parar.  Después de una pausa, papá comenta algo en tono jocoso.
-Mañana mismo abro una tienda de pantuflas y, si no las vendo, me voy a Laponia para que el Papá Noel me las cambie por un juego de mesa, que sirva para que podamos reunirnos y jugar todos a la vez.
Inmediatamente después y, sin que paráramos de reír, añade, chistoso.
-Espero que el próximo año sea más meticuloso y no se repita tanto.  Los Reyes Magos ¡jamás me han defraudado!, será cuestión de quedarme con ellos.