Estela era una joven
alegre, amable y muy guapa, con muchas ganas de vivir, a la que todo el mundo
quería y admiraba. Un día, conoció a un
chico que decía era normal. Pasados unos meses, se hicieron novios y al pasar
el tiempo, se casaron. A partir de ese
día, al cerrarse la puerta, Estela empezó a ver el verdadero yo de aquel que
ella creía su príncipe azul. A la mañana siguiente, Estela ya no era la misma. Ella que siempre
estaba alegre, tenía su semblante triste y sus ojos los cubría con unas inmensas gafas de sol,
para que no la vieran. Cuando los amigos y la familia le preguntaban qué le
pasaba, siempre decía que nada pero, como la verdad no se puede ocultar, pronto
se descubrió que aquel “señor” no era ni más ni menos que un ¡Maltratador!.
Presumía de ser de alta alcurnia y de ser lo mejor de lo mejor, pero eso no
tiene estatus social. Presumía de buena cuna, pero su cuna se quedó en una
cáscara de nuez sin estabilidad ninguna y los que mecían la cuna resultaban ser
peores personas que el de la propia cuna (con razón), ¡cuánta miseria humana
hay en este mundo!; mentiras, cuentos,
presumir de aquello de lo que se carece.
Cada día hay más casos
de estos detrás de la puerta, sería buen momento para que todos unidos
acabáramos con esta lacra y ponerle nombre a todo aquel que sea capaz de atentar contra el otro, que
termine ya ver tantas mujeres maltratadas y muertas, que el machismo se termine
de una vez por todas.
Solamente, todas las
mujeres unidas seremos capaces de terminar con esto, no importa que no lo
padezcamos en nuestra propia piel; cada la piel de una de nosotras sea la piel de todas. Sólo entonces,
dejaremos de oír en las noticias esas cosas terribles que ocurren detrás de las puertas.
Un relato que termina convirtiéndose en un encendido alegato en contra de la violencia machista al que todas nos unimos. Gracias, Antidia.
ResponderEliminarCuenta con migo para la lucha ojala lo logremo
ResponderEliminarEs la realidad,pero todas juntas vamos a ganar esta lucha
ResponderEliminarBesos
Es uno de esos casos que todos conocemos, casi siempre de odias y, pensamos... es una injusticia, no podemos hacer nada. Mi sentimiento es de impotencia ;
ResponderEliminarQuerer es poder bamos todas a la lucha yo tambien estoy por ello
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