Soy un
sueño olvidado, a pesar de ser una bonita irrealidad; es una lástima este
extravío. La joven a quien hice soñar de forma romántica fue muy feliz mientras
me poseyó; luego, al despertar, quiso recordarme y no me supo rescatar.
Resulta
frustrante que te pierdan habiendo puesto todo el potencial para hacer feliz a
alguien con un sueño especial. Reflexiono sobre el porqué de este fenómeno y no
he logrado despejar la incógnita. La memoria tiene habilidad mental para formar
recuerdos pero…, para mi desventura también existe el olvido.
Ahora
vago en libertad, adormilado en la inmensidad del universo, afano encontrar el
instante en que pueda aferrarme a una mente soñadora y que ésta me transmita a
sus descendientes y, posteriormente, se extienda de generación en generación
hasta originar mi renovación hasta el infinito. Este es el sueño de mi sueño.
De esta forma nunca volveré a caer en el olvido.