Narrar
puede ser un juego muy divertido, si logramos vencer el miedo de dejarnos
llevar por la imaginación; mucho más si, al hacerlo, nos apoyamos en el sentido
del humor. Estos microrrelatos de
nuestras alumnas del Taller Las Flores del Teide Narran son una buena muestra
de ello.
TENGO UN
BASTÓN Eutimia Espino
Tengo
un bastón que sabe cocinar muy bien. Un
día se me perdió y tuve que hacer yo sola la comida, pero qué va, a él la
paella le queda mejor.
TENGO UN
BASTÓN Dolores Fernández Cano
Tengo
un bastón que me acompaña noche y día.
Le cuento mis temores y alegrías.
Su mirada tierna me acaricia. Sé
que puedo contar con él para todo, ¡qué buen amigo he encontrado para apoyarme!
TENGO UNOS
ZAPATOS Candelaria Bacallado
Tengo
unos zapatos que salen solos de la zapatera cada vez que suena la música y se
ponen ¡a bailar!
TENGO UN
JARRÓN Elvira Martín Reyes
Tengo
un jarrón que me parece especial pues tiene forma de guitarra. Si lo observo, parece
una mujer. Casi puedo escuchar a Paco de
Lucía o ver a una flamenca bailando con su bata de cola.
TENGO UN
JARRÓN Amalia Jorge Frías
Tengo
un jarrón que me tiene embrujada. Será
porque lo traje de la India. Cuando lo
miro, pienso que estoy volando sobre una alfombra mágica y, sin darme cuenta,
los pies se me levantan solos. Cada vez
que estoy deprimida o aburrida, lo miro y mi imaginación vuela. Este jarrón es algo prodigioso; ¡le ahorra
mucho dinero a la Seguridad Social!
TENGO UN
BOTÓN Luisa Delgado Bello
Tengo
un botón que me prestó María Dolores. Es
tan travieso que se fue tan abajo que se desabrochó y al hacerlo, salió el
pajarito volando…, ¿hasta dónde llegaría?, me pregunto.
TENGO
UNOS ZAPATOS Elvira Martín Reyes
Tengo
unos zapatos que me recuerdan a las pantuflas de mi madre. Cuando hacíamos algo mal, aquellas pantuflas
se volvían mágicas y por mucho que corriéramos siempre nos alcanzaban. La llamábamos la chola teledirigida pues daba
la vuelta a los muebles buscando donde posarse.
El destino siempre era el mismo: nuestros pompis.
TENGO UN RELOJ de Fanny
Tengo
un reloj muy singular, pues sin falta me recuerda la hora de tomar la medicina
y, cuando me da pereza, me insiste en que tengo que salir a caminar.
TENGO UN
RELOJ Natividad Morín
Tengo
un reloj que cuando dice la hora, lo hace al son del cha cha cha
TENGO UN
BOTÓN Dolores Fernández Cano
Tengo
un botón que es un pillín; le encanta destacarse de todos los demás. Baila, canta con su voz de barítono y, cuando
ya está cansado, se acurruca en el ojal, para descansar calentito.
TENGO UNAS
TIJERAS Amalia Jorge Frías
Tengo
unas tijeras que van siempre conmigo.
Son muy especiales porque, cuando en una reunión estoy hablando más de
la cuenta, ella empieza a dar saltos dentro del bolso y entonces, ya sé yo lo
que tengo que hacer,